Serie de 8 recorridos por nuestro monte enseñándonos los balsetes y otros humedales que aparecerán periódicamente en este blog.
Grupo de amigos de los balsetes de Samper de Calanda; José Insa Fandos, Leocadio Marín Mateos, Ángel Cortes Plá, José Albaiceta Martín, Miguel Abós Bes.
Autor: Miguel Abós Bes.
Ruta
Circular nº 6
Cabezo de la Pared
Cabezo Negro
Distancia: 12,5 km.-
Duración: 3 horas.- Dificultad: Media-Baja.
Desde
Samper de Calanda, saldremos con el coche por la carretera de la Estación para
enlazar con el Camino de Alcañiz, seguiremos atravesando Val Primera, Val
Imaña, Las Corcelladas, Plano de los Migueles, El Aljibe, para en el cruce
siguiente tomar la derecha, por terreno llano y ya hacia los 9-10 km, junto al
camino, la Balsica de Alcañiz.
Aparcaremos
cruzando la Vía Verde, junto a la casilla ferroviaria.
Por
la Vía Verde Val de Zafán, con la mochila provista de agua, algunas viandas y
prismáticos, daremos comienzo a una excursión fantástica. Enseguida alcanzamos
el Corral de ganado de Julián Calvo (o de Puig Moreno y antes, de los
Joseantonios).
El
Pozo con agua abundante, de diámetro sobre 1,50 m y algunos de
profundidad, ha abastecido a los rebaños durante generaciones. Persisten
vestigios de la maquinaria utilizada para extracción del agua, primero con un
burro dando vueltas a la rueda con cangilones que vertían a una cubeta para
alimentar los abrevaderos; posteriormente se utilizó motor de gasolina. Es un
corral grande con vivienda para el pastor y almacén “nuevo” para guardar la
paja, con cubierta de uralita.
Continuaremos y a unos 150 m, a la
derecha, se ve el Mojón con Alcañiz (actualmente límite del pueblo-pedanía de
Puigmoreno) en el ribazo de un campo de labor. También observamos bastantes
cipreses que bordean el antiguo Aerodromo. Tomaremos a la izquierda un camino
que se interrumpe en el Balsete Viejo con su pila para dar de beber a
las caballerias y el Mas en ruinas, que actualmente ya sólo tiene una parte de
pared.
Regresaremos a la Via Verde y, justo
enfrente del antiguo Apeadero ferroviario de Puig Moreno, también en ruinas,
marcharemos por un camino con algunas eses, que va ascendiendo hasta un
indicador metálico que nos señala el itinerario a seguir: Cabezo Negro..
El
color del terreno se torna rojizo a la vez que se hace más empinado y repleto
de romeros, aliagas y coscojos en ambas laderas. Ya en la llanura, otro
indicador metálico amarillo nos vuelve a señalar el sentido hacia el Cabezo
Negro (o Puig Moreno).
El
redondo Cabezo Royo queda a la derecha, proseguiremos hasta otro indicador de
madera, bajo, indicador para BTT, que nos conducirá por exuberante vegetación
de enebros, romeros, coscojos, pinos, etc... hasta la increíble PARED.
Roca calcárea, en recorrido lineal de unos 250 m y repleto de oquedades, donde
en algunas épocas anidaban distintas rapaces. Seguro que antes habremos sacado
ya los prismáticos, pero ahora hay que escudriñar los recovecos. Hay que
pararse un buen rato y contemplar las erosionadas paredes con matices de
colores variados, distintos tonos de ocres, rojizos,... y donde se crían
algunas plantas de té de roca. Unos palés de madera muestran que hubo colmenas
para recoger excelente miel de romero.
Ahora,
la tierra del suelo es oscura casi negra, seguramente volcánica, y las piedras
son geométricas de distintos tamaños. Alcanzamos un primer collado que nos
permite contemplar la zona de pinar más espesa de todo el monte. Hay que beber
agua pues... ¡vamos a sudar! Cogemos la abrupta senda de la derecha y...
¡adelante! El segundo collado nos da un respiro; siguiendo un corto sendero a
la derecha… ¡un panorama fantástico! Gran parte del término municipal
samperino, también del vecino pueblo de Hijar, igualmente de La Puebla de
Hijar, de Jatiel, de Castelnou, de Escatrón, los montes de Muniesa, de Urrea,
las huertas de Puig Moreno, el Regallo, etc., etc... pero… hay que seguir,
volvemos sobre nuestros pasos y... ¡otro repecho!… ¡¡Logramos la cumbre!! El Vértice
Geodésico, el Puig Moreno,...465 m. hay que reposar, late aceleradamente
nuestro corazón, pero ha merecido la pena el esfuerzo. Otra vez los prismáticos
y, si tenemos suerte de un día despejado… al Norte... los Pirineos, la Sierra
de Alcubierre, los Monegros, tierras de Caspe, de Chiprana, de Escatrón…
huertas de Valmuel, las traseras de Motorland, la esbelta Chimenea de la
Central de Andorra, Sierra de Arcos, etc. etc...
¡¡Esta tierra es Aragón!!, como cantaba
Labordeta.
Borrachos
por el paisaje contemplado y cargadas las pilas de ilusión, regresaremos…
cantando la jota de “La Palomica”.
Pero
no debemos descuidarnos, pues el firme es traicionero y la bajada fuerte nos
puede dejar las posaderas moradas. Podemos resbalar en cualquier momento. Ah!
al retornar por la senda del Cabezo de la Pared, seguro que volvemos a
descubrir nuevas hendiduras y agujeros.
Repetimos
camino por la izquierda hasta el cruce con el indicador que marca Samper.
Con
buen ánimo, seguiremos la ruta, tomaremos el camino de la izquierda dos veces,
en un intervalo de diez o doce minutos, y… divisaremos, en alto, un Mas al lado
de un Balsete de tierra rojo-cenizosa, bastante grande, es
el de Magallón. Debemos inspeccionar las dos construcciones, pues el Mas
está abierto, para luego continuar bajando hasta la Balsica.
Hemos llegado al final de trayecto.
Seguro, seguro… que todos recordaremos
mucho tiempo esta magnífica excursión.
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