Serie de 8 recorridos por nuestro monte enseñándonos los balsetes y otros humedales que aparecerán periódicamente en este blog.
Autor: Miguel Abós Bes.
Grupo de amigos de los balsetes de Samper de Calanda; José Insa Fandos, Leocadio Marín Mateos, Ángel Cortes Plá, José Albaiceta Martín, Miguel Abós Bes.
Esta nueva
excursión transcurre en su primera parte bordeando el límite provincial con
Zaragoza, término municipal de Escatrón, también pisaremos, muy poco, el
término de Caspe, otra vez entraremos en la provincia de Teruel, término
municipal de Alcañiz y el resto del recorrido ya por Samper. El objetivo, pues,
es visitar el Punto de Confluencia (o de los Cuatro Mojones), situado en
la base del Cabezo de la Esculla. Se puede ver en los mapas que sus laderas
están en cada término municipal y también pasaremos por el Balsete del
Rincón Cerrado.
Podremos
aparcar el coche en los Mases de Turmera, zona denominada Tierra de
Galicia. Desconozco por qué tiene ese nombre, pues estos lugares muy poco nos
pueden hacer pensar en los húmedos territorios del Noroeste español. Siempre se
dice que la tierra es productiva, es buena, pero precisa que llueva con cierta
frecuencia.
Para llegar
con el coche al punto de inicio hemos seguido un camino que pasa por delante
del Corral de Rozas, pues ese es el que comenzaremos en línea recta,
dejando el camino de la derecha que es por donde regresaremos. Entramos
perpendicularmente a lo que unos llaman la Carreterica que va a Caspe y
Alcañiz (por Valmuel) y otros, camino de Escatrón. Son extensos los campos de
labor, bordeados por rocas, algún pino, espartales, sisallos, artos y romeros,
también hay próximos algunos bancales de impeltes. En la primera curva
importante a la derecha, la ladera de un cabezo pedregoso es el inicio de algo
que nos va a sorprender y nos hará pensar que todavía hay zonas que merecen un
estudio por el tipo de yacimientos que existen. Una roca en el centro de uno de
los pocos espacios que van quedando sin cultivar, nos da algo que pensar. Para
acceder a la zona “noble” tendremos que atravesar, de forma lo menos dañina
posible, una estrecha franja de terreno cultivable, hacia unas rocas de poca
altura a la derecha.
Estamos en
el término municipal de Escatrón, provincia de Zaragoza. Pienso que la
curiosidad nos va a llevar a revisar las dos laderas de la pequeña loma
perteneciente a la zona de la Pica.
El primer
enigma es ese dibujo-grabación que aparece en la roca de la fotografía 3. A uno
y otro lado se suceden los cercados de rocas pequeñas que vaticinan
enterramientos, la mayoría de unos 1,5 m por 0,80 m, pero otros más pequeños;
ya nos preguntamos… si eran tumbas, ¿dónde estaba el poblado? No hemos
encontrado vestigios de otras construcciones en las proximidades. Y en esta
tierra tan seca ¿era posible que pudiera existir un asentamiento humano? ¿Sería
una laguna la depresión actual poblada de tamarices junto al Pozo “de la
Pica” y donde hasta hace pocos años sacaban agua para que abrevara el
ganado?
El Pozo de
la Pica no es redondo, es de paredes cuadradas y tiene agua hasta unos 2,5 m
del brocal, a continuación, hay un abrevadero en desuso.
Hace unos
15 o 20 años ya me mostró estos lugares, Andrés Espés Marqués, marido de mi
prima Asunción Fandos Falo; también me condujo por otras zonas de las que voy
relatando en mis Rutas Senderistas.
Pretendo,
al mostrar varias imágenes de la misma zona, crear inquietud para que los
“estudiosos” inicien trabajos de investigación.
Y…
proseguimos por el camino que presenta un firme compactado con piedras de
“machaca”, pues hace casi cien años se iniciaron trabajos para unir Hijar y
Samper con Caspe, por una carretera más directa.
Sucesivos indicadores de Coto de Caza a ambos lados del camino nos muestran las dos provincias, unos llevan chapa con TE y otros con Z; además de pintura inversa. A casi dos kilómetros del Yacimiento, tomaremos el camino de la derecha que es Val de la Carrera. La parte de la derecha es monte de Samper, posee abundantes pinos que lindan ya con la zona del Corral del Vedao. Las fajas cultivadas son más bien estrechas, y en su ladera de la izquierda emergen tres mases alargados y estrechos, casi idénticos, asentados sobre roca con la puerta de entrada a la derecha y su pequeña pila para recoger agua; la era está situada en la parte alta.
Se ensancha
el terreno y vemos en un lado de un campo de cultivo la Peña de la Cuaderna,
semeja un barco que ha naufragado. Sale un camino por la derecha, que, si
algún excursionista teme el cansancio o va acompañado de niños, debe tomar o
debe esperar sobre tres cuartos de hora al regreso de los que van a visitar el
Punto de Confluencia. Los valientes... ¡a lograr el objetivo!... seguiremos,
por el Camino del Rincón Cerrado hasta un cruce donde existe un Mas
perteneciente a ¿Escatrón?, otros me dicen que, a Caspe, donde en su interior
se puede leer este mensaje moralizante:
Si
por cazar dejas de labrar
a la ruina irás a parar
Haciendo
zigzag, cada uno a su libre albedrío, por la Val con laderas rocosas a la
izquierda y pinar en la ladera del Cabezo de la Esculla, a la derecha,
descenderemos durante 15 minutos hasta llegar a un paraje más abierto, donde el
tronco seco de un enorme pino (que yo he conocido vivo), y un indicador de Coto
de Caza (poca sensibilidad tuvieron al colocarlo) nos muestran en roca rugosa,
por las erosiones tras las grabaciones, el Punto de Confluencia o de
los Cuatro Mojones.
Me contaba mi abuelo Rafael Bes, que: “En tiempos... se reunían allí los alcaldes de los cuatro pueblos, Escatrón y Caspe de la provincia de Zaragoza y Alcañiz y Samper de Teruel, para hablar o litigar sobre los pastos, la caza o los cultivos. Cada uno se sentaba en su territorio, y para merendar luego, la perola se colocaba en el agujero de la parte central”.
Debido a
que la roca plana es arenisca, los símbolos identificativos de cada pueblo se
van deteriorando; sólo la Cruz sanjuanista de Samper y el ¿Calvario? de Caspe
(Uve invertida con cruz arriba) se distinguen perfectamente. También hay un
único Mojón, bastante gordo y en el que no se ve ninguna talla en sus caras, ni
la “caña” de Alcañiz que aparece en los distintos mojones con Samper, ni cruz.
Y ahora hay
que decidirse:
Opción
A: Volver hasta el Mas del “aviso-moraleja” por el mismo sitio que hemos
bajado.
Opción
B: (Para intrépidos) Trepar, algún tramo a cuatro patas, hasta un campo de
labor, rodeando parte del cabezo.
Son unos
cien metros de ladera con rocas, coscojos, aliagas, algún pino, etc., pero… con
lentitud y asegurando bien los pasos... ¡aaaarriba! Al concluir, hay que
reponer energías tomando frutos secos y bebiendo un poco de agua, para luego
contemplar un espectacular paisaje. ¡Veréis como ha merecido la pena el
esfuerzo! El tramo difícil lo hemos subido por territorio de Alcañiz, ahora
divisamos tierras de Escatrón, Chiprana, Caspe, Alcañiz, los inmediatos…
extensos secanos ahora todos cultivados.
Descenderemos
por un entretenido camino, entre lentiscos y ginestas, dejaremos a la derecha
el Mas con el consejo moralizante y ya en el cruce siguiente, deberemos
proseguir por el camino de la izquierda hasta una loma baja que, por su parte
plana, sin acceso marcado, sólo unas piedras en el suelo, arribaremos al Balsete
del Rincón Cerrado. Desde que desviaron el camino viejo que pasaba por
delante, no se había limpiado, estaba cubierto de maleza, pero los incansables
Amigos de los Balsetes, en tres sesiones, los cinco, lo hemos dejado…
¡niquelado!.
Poco a
poco, con la Paridera del Rincón y dos o tres mases, en su parte derecha,
entramos en Val de Castellán.
Bajaremos por el antiguo camino, por delante de la Paridera del Rincón, a la Val de Castellán. Seguiremos, sin dejarlo el camino de la derecha con Las Abejambras de enorme muralla y el Pino del Roso a la derecha. Hay que volver a sentarse bajo las ramas del frondoso árbol.
Seguiremos el camino de la
derecha, que de tierra pasa a ser pista de grava compactada, tenemos que
continuar unos 200 m más adelante y en perpendicular a la derecha, sale otro,
muy poco frecuentado, con dirección a una caseta blanca (de José “el
Pulga) deberemos subir un pequeño collado, bordeamos un campo de cultivo y
accedemos hasta el Corral del Vedao. Construcción antiquísima, con dos
puertas de acceso a un recinto-cubierto de unos 60 m de longitud y 2,50 m de
altura, en bóveda de cañón, de losetas de piedra colocadas de canto, y muros de
un metro de espesor; exteriormente, la techumbre es de tierra; las tapias se
encuentran derruidas. Sorprendente, por eso está catalogado entre los cinco
edificios más antiguos de la provincia de Teruel.
Al retorno
al camino general de Val de Castellán, proseguimos, en ligera bajada, unos doce
minutos´ pasando por la Cueva de Pataco y a continuación el Balsete
de Galicia.
En una de
nuestras salidas, estaban sembrando Javier Gargallo y Miguel Fandos Barriuso y
nos sorprendieron al mostrarnos, detrás de una roca, lo que llamaron “Pila
Bautismal” y así le hemos dejado el nombre. ¡Otra curiosidad atractiva e
interesante en nuestro monte! Pienso que algún pastor, mientras vigilaba el
rebaño, esculpió la pila, rebajó los canalillos de entrada del agua y hasta
trazó una cruz arriba.
Ya es final
de trayecto, hemos llegado a los Mases de Galicia.
concluida
otra bonita e interesante salida! ¡¡Continuaremos!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario