Fuente: NO SOLO CINE Y SOLO CLÁSICO
Pilar Díaz Rodríguez
Día de cine, “Casablanca”, 1942, de Michael Curtiz. Una tiene que
acercarse a esta peli como si entrara a una inmenso templo, porque la de hoy es
una de las grandes joyas inmortales del celuloide, tan perfecta como las
alambicadas vidrieras de una catedral, y dirigida por un artesano húngaro, de
nombre impronunciable (Mihaly Kertsez), nacionalizado estadounidense en los
años veinte, especialista en películas de aventuras, todas con Errol Flynn, y
de famosos y explosivos ataques de ira en una jerga ingléshúngaro de la que
nadie necesitaba traducción para entender lo que decía. Considerado el mejor
artesano de la Warner Bross, Curtiz dejó para la historia del cine pelis como
“Robin de los bosques”, “Capitán Blood”, “La carga de la brigada ligera” y
otras; pero yo me quedaré siempre, aparte de la peli de hoy, con “ El barrio
contra mí” (King Creole), la mejor interpretación de Elvis Presley.