Me Había propuesto no escribir en el blog hasta después del verano, pero no he podido resistir la tentación de hacerlo incluyéndolo en mi sección pedante de AtiCulos. Lo hago después de leer en la prensa regional que la factoría Vitrex en la que yo y varias personas más de Samper trabajamos varias décadas (y en la que fui cargo sindical), cerraba definitivamente, quedando en la calle 116 trabajadores con una indemnización pequeñísima, en la línea de las que van a ser todas las que vengan en nuestro país de ahora en adelante.