Aragón necesita contar con un servicio ferroviario potente, de
titularidad y gestión íntegramente públicas, pues un sistema de trenes
regionales, junto a los trenes de cercanías, grandes distancias y mercancías es
pieza fundamental para la vertebración del territorio, el sostenimiento del
medio rural y la promoción de nuestro desarrollo económico y es la empresa
pública RENFE la encargada de proporcionarlo.
No podemos aceptar pasivamente la reducción de servicios ferroviarios aduciendo para ello criterios de rentabilidad económica y de baja afluencia de viajeros, más aún cuando esta situación ha sido consecuencia directa del abandono y la desinversión a la que el ferrocarril convencional ha estado sometido durante décadas.