Enlace amigo. Algunas reflexiones sobre los macro-botellones en los viajes de estudios a Mallorca.

Macro botellón en Mallorca

Se preguntaba el psicólogo y humanista alemán, Eric Fromm: ¿Por qué la sociedad se siente responsable solamente de la educación de los niños y no de la educación de los adultos y de los padres que dicen educar a los niños? Porque una cosa es ser padre y otra muy distinta, ser padre educador.  Ni que decir tiene que educar es tarea de toda la tribu (escuela, familia, medios, sociedad…) No obstante, algunos miembros de la tribu están en otra cosa, tocando el tambor.

¿Alguna responsabilidad tendrán los padres por permitir a sus hijos esos viajes de estudios a Mallorca? ¿Acaso creían que sus hijos iban a visitar la Catedral de Palma o el Castillo de Bellver?  Vamos que ya somos mayorcitos. Ya sabían perfectamente que iba a asistir a macrobotellones. Entraba dentro de lo previsible los contagios. Era meterlos en una ratonera. Y por supuesto, los jóvenes son responsables también que ya son mayorcitos. No será porque los estudiantes no llevaran la lección aprendida tras más de un año de pandemia. Por supuesto culpó también a los medios, el gremio de la hostelería, las agencias de viajes, la policía por su inacción, por supuesto, la clase política no por permitir tales viajes, sino por hacer la vista gorda ante los macroconciertos y los macrobotellones.

Comenzaba con una alusión a los padres. Ahora ya algunos presentan denuncias porque sus hijos están confinados y en cuarentena a la espera de hacer PCR y evitar más contagios. ¿Qué hacemos? ¿Los dejamos que retornen a sus comunidades autónomas sin ningún tipo de control sanitario? Alucinante.

Cándido Marquesan Millan