viernes, 14 de mayo de 2021

Paseos y recorridos. Rutas de balsetes. Ruta circular nº 4

 Serie de 8 recorridos por nuestro monte enseñándonos los balsetes y otros humedales que aparecerán periódicamente en este blog.

Con las nuevas llivias

Autor: Miguel Abós Bes.

Grupo de amigos de los balsetes de Samper de Calanda; José Insa Fandos, Leocadio Marín Mateos, Ángel Cortes Plá, José Albaiceta Martín, Miguel Abós Bes.


Mas de Blas

Balsete de los Lobos


                         Distancia:  7,5 km.-  Duración: 2 h y 5 minutos.-  Dificultad: Baja

         Salimos con el coche desde Samper de Calanda hasta el Balsete de las Corralizas de Pataco; actualmente repasado con cemento por la Sociedad de Cazadores con objeto de rellenar con agua durante los calurosos y secos meses de verano. (Distancia 12,8  km desde el pueblo).

                                              Balsete corraliza de Pataco (Cazadores)

         Preparadas nuestras mochilas con agua, algo de comida y prismáticos, comenzaremos el itinerario, para elegir, a unos 300 m, un camino a la derecha, el Camino de los Forcallos, en ligera pendiente al principio, pero que poco a poco se transforma, discurriendo por terreno rocoso a ambos lados y bastante empinado.

            A los 14 minutos de iniciado el recorrido se encuentra un Mojón con Alcañiz, que tiene en una  cara la “caña”  (símbolo de Al-cañíz) y en su base 1859. Vamos a caminar un  trecho por territorio alcañizano.

Mojón con Alcañíz (1859)

Luego, podemos caminar por una senda para BTT, pero también se puede seguir por el camino e ir atentos, pues si nos despistamos acabaremos en campos de cultivo y tendríamos que retroceder. Las curvas son continuas, la subida más fuerte y el firme entre lastras de piedra nos hace pensar en las dificultades que nuestros labradores tienen que superar para conducir, en especial, las cosechadoras durante la recolección. Llegamos al Mas de Blas, que los jóvenes han rebautizado con el nombre de Mas de los Ladrones. La antigua era para trillar estaba situada en la puerta delantera del edificio.

Mas de Blas (ahora, de los Ladrones)

            Algún excursionista ha grabado en la roca, junto al Mas, una silueta de un caco con su trabuco y su saco, simpática y agradable iniciativa.

                                                             Silueta de un “ladrón”

         Esta zona es muy frecuentada por los ciclistas que quieren probar su destreza. La bajada hacia Valmuel por el sendero marcado es bastante peligrosa, mejor para expertos. Además del Club Ciclista de Samper, con asiduidad, nos cruzamos con grupos de Híjar, de Alcañíz, de Andorra, de La Puebla de Híjar,  etc.

                                                 Poste indicador en la era del Mas de Blas.

Vista de la huerta de Valmuel

         La panorámica desde la era es excelente, pues no sólo se divisan las huertas de Valmuel y Puigmoreno, sino también la trasera de Motorland, la Sierra de Andorra y la chimenea de su Central Térmica, el Regallo, etc… hay que recorrer un tramo llano del sendero que continúa, pues el paraje y las vistas no defraudan, merecen una nota bastante alta.

            La continuación de esta senda se puede catalogar como para montañeros-senderistas de cierto nivel; bajada por laderas fuertes y cortes abruptos hasta la parte alta de la Huerta de Valmuel, el tramo es de hora y media; regresaríamos a Samper por el camino que pasa por delante del Cabezo de la Pared. (No debemos dejar en el olvido, pero… ¡para otra ocasión!). Ahora hay que disfrutar del paisaje desde las alturas, sencillamente... ¡espectacular!

           Regresamos al Mas de Blas y continuaremos por el borde de la izquierda de un campo de cultivo, hasta un rincón con un montoncito de piedras que inicia una senda entre pinos, romeros, coscojos, sisallos y peñascos. Zigzagueamos por unos impeltes casi abandonado hasta que a unos 150 m de recorrido, vemos incrustado en la roca, como un pasadizo de piedras, es la entrada a la Cueva de los Monos. (De niño cuando oía hablar de esa cueva, me parecía que allí se criaban algunos chimpancés. ¡Qué imaginación!,… quizá producto de ver las películas de Tarzán. Era el apodo de una familia del pueblo). Es bastante grande con su hogar, pajera y cuadra. Servía como refugio para los labradores o para los que iban a recoger las olivas. Las laderas rocosas de ambos lados están pobladas de variada vegetación ya citada.

Cueva de los Monos

                        Seguimos bajando por un precioso paraje de rocas pintorescas, a ambos lados de los olivos, y después de un giro a la izquierda, tenemos que mirar el suelo, ya que al lado de la senda hay un montón de piedras que nos indica la subida hasta el Balsete de los Lobos. No hay ruta marcada, pero al llegar al collado nos vamos a encontrar bien con las “gúeras” o agüeras, bien remarcadas por la Sociedad de Cazadores, o bien con el propio Balsete, en un pequeño plano del collado. Igualmente, los Amigos de los Balsetes contribuimos en el acondicionamiento.

                                                  Balsete de los Lobos.

         Dada su situación, los lobos que rondaban por estos lugares hasta principios de la guerra civil, según cuentan, lanzaban sus... aaaauuuhh…. para que se oyeran desde muy lejos. El balsete es pequeño, pero magnífico; dada su ubicación, creo que sólo se podría utilizar por los pastores y cazadores. Está rodeado de preciosos sabinillos, enebros, aliagas, coscojos y otros arbustos, también romeros y tomillos. También mantiene su pila en el borde. Hay que detenerse y aspirar los aromas montaraces durante algunos minutos, también conviene beber un poco de agua, claro que de nuestra cantimplora.

            Regresamos, con precaución, al sendero, ahora camino poco transitado, que bordea los bancales de olivar con ribazos de piedra, para enseguida enlazar con el denominado Camino de la Pila Plana.

Vista de la Peña de los Lobos desde el Balsete.
Roquedos próximos al Balsete de los Lobos.

         Tomamos la izquierda y seguiremos, por terreno bastante llano, con algunas curvas, hasta divisar el Corral de Ciacero (o de Sabina). Hay que desviarse, pues es una visita obligada. Su estructura es idéntica al Corral del Vedao en Val de Castellán, bóveda de cañón de piedra, paredes de 1 m de espesor y cubierta de tierra. Son construcciones antiquísimas. Es triste comprobar que cada año se deteriora más y más, actualmente ya sólo queda una tercera parte de la hermosísima bóveda.

            Durante algunos años, la marcha cicloturista que organiza el Club Ciclista de Samper, ha utilizado el Mas anexo para reponer fuerzas y estrechar lazos de camaradería. Este edificio fue remozado hace algunas décadas de años por varias familias que disfrutaban de la zona en temporadas de verano. Recuerdo a los Lagunas-Marqués, Abadía Abós- Monzón, Clavero- Gracia, Gonzalo y esposa.

                         Corral de Ciacero (o de Sabina) y puerta de acceso al “cubierto”

Volvemos al Camino de la Pila Plana que describiendo más curvas cerradas, por terrenos de gran belleza, nos conducirá a la Cuesta del Aljezar. Los agricultores de edad rememoran el paraje con poco grato recuerdo, porque al pasar con sus carros cargados de mies o algunas veces con grano, era obligado apretar las zapatas de los frenos y arrear a las mulas para no volcar en los barranquízos que formaban las aguas en las tormentas. En la actualidad, los tractores y el cuidado de los caminos por parte de la Sociedad de Montes, permite transitar a los coches con mayor garantía.

            Nos faltan escasos 10 minutos para terminar el recorrido en el Balsete de Pataco (o de los Cazadores), punto de partida.

Mas de la Cuesta del Aljezar.

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