Hace muchos años, la dirección de la empresa donde trabajaba nos propuso al personal el pagarnos la nómina a través del banco; a mi me entusiasmó la idea, acérrimo defensor que soy de los avances de la ciencia y de las nuevas tecnologías. Además, soy algo vago de nacimiento, despistado según dicen los que me conocen y desorganizado patológico. Un compañero de la empresa (y amigo), militante de la CNT anarcosindicalista, me decía –“mira que sois ingenuos, cuando la banca logre que todos los españoles en activo y pensionistas recibáis a través sus entidades el pago de las nóminas, estas entidades irán eliminando todos los beneficios que ahora os prometen, incluso nos harán pagar por ello”- Yo me dije: ya están los aguafiestas estos metiendo miedo contra el gran capital.
Pues se ha cumplido todo al pie de
la letra; hace unos meses asistí a un curso o charla impartido por Ibercaja (para enseñarnos a trabajar de plantilla, sin cobrar), en
donde nos dijeron que el futuro es que desaparezcan incluso las oficinas abiertas
al público y la mayoría de la plantilla vaya a la calle o no se renueve. Pues viene
una competencia brutal de banca digital que ya lo hace así; el problema es
enseñar a los usuarios a que sepan “navegar por Internet” y les hagamos
el trabajo. De devolver la banca los millones de euros que se les dio para
rescatar a algunos bancos de la ruina por sus desfalcos o incompetencia, nada
de nada; no saben ni contestan y ni la Administración ni el gobierno, esté
quien esté, tampoco. Ya sabemos quién manda.
No es un problema de la falta adaptación
de los mayores (que también), es que la banca es parte de la oligarquía que nos
gobierna, los gobiernos solo son peones o capataces de esta gente. Porque los
dejan hacer, claro, nadie corta la mano de quien les da de comer. Personalmente no
tengo problemas y de momento me paga mi banco cada mes la nómina de mi pensión,
aunque todo se andará; la mayoría cada vez con más problemas, y va a ir a peor, pronto nos harán pagar por sacar dinero del cajero en la calle o ingresar dinero, que para eso nos lo guardan.
Eso me da pena.
Pongo aquí una reseña de un
bloguero con el que tengo contacto sobre una experiencia que tuvo hace unos
días:
Un señor que, probablemente supera
los 80 años, guarda cola en un cajero, me coloco detrás de él, y cuando accede,
saca un sobre que presupongo contiene dinero.
Le observo a una distancia
prudencial y me percato de que es incapaz de llevar a cabo la operación. Toca
varias veces la pantalla, y deduzco que no consigue lo que pretende. Se vuelve
hacia la cola, ya se había incrementado.
Me mira, yo estaba justo detrás, y
con un solo gesto entiendo que me pide ayuda. Inmediatamente se la ofrezco y él
señor asiente con un... tímido "por favor". Le ayudo de mil amores a
realizar su gestión, pero indicándole donde tiene que ir pulsando…no quiero
tocar ni un billete de los suyos, por respeto, y porque no quiero que se puedan
crear confusiones con el dinero. Él quiere hacer un ingreso... y le indico cómo
debe realizarlo.
El señor, a su ritmo, consigue
introducir la cantidad a ingresar y termina de hacer la gestión mientras yo le
digo donde tiene que tocar para zanjarla. Termina, nos retiramos del cajero
para qué pase la siguiente persona, y me da las gracias…Le digo que no se
preocupe, que ha sido un placer, y antes de marcharme, introduce la mano en el
bolsillo de su chaqueta, saca la cartera y me ofrece un billete de diez euros.
Yo no doy crédito, me asombro y le
digo que, de ningún modo, por favor. El pobre hombre me dice que…le gustaría
agradecérmelo y que me tomara un desayuno a su salud. Le doy las gracias, pero
que en ningún caso lo voy a aceptar. Lo guarda y me vuelve a agradecer, y yo a
él. Nos despedimos, y me queda un sentimiento de pena por este señor y por
todos los mayores (recuerdo que son nuestros padres y abuelos que han hecho el
país que tenemos) que se están viendo solos frente a este monstruo de la
tecnología, que cada vez más nos está convirtiendo en seres sin alma ni
compasión.
Esta terrible imagen se da en
bancos, pero también en la asistencia médica, en hacienda, en la seguridad
social, en ayuntamientos…personas que han contribuido durante toda una vida a
que haya servicios a los que no pueden acceder porque tienen dificultades con
la tecnología. No cuesta nada atenderles, y facilitarles un poquito la vida…con
todo lo que ellos hicieron por nosotros. Qué triste, muy triste, que no se
preocupen por estas personas que lo dieron todo para que nosotros hayamos
avanzado tanto tecnológicamente; sin embargo, ahora, cuando más nos necesitan,
desaparecemos.
Es vergonzoso lo que están
haciendo. Nos sobra tecnología y nos falta HUMANIDAD. Deshumanizándonos. El
gobierno debe tomar medidas urgentes. No se puede despreciar de esta manera a
quienes han sido clientes toda su vida de esos bancos.
"No se puede despreciar de esta manera a quienes han sido clientes toda su vida de esos bancos." Y le falta añadir, "y gracias a haber manejado sus ingresos los bancos son lo que son y los directivos cobran las burradas que cobran." Memoria muy corta.
ResponderEliminar