San Valero fue Obispo de Zaragoza (siglo IV), maestro de San Vicente Mártir y confesor de la fe
cristiana. Es el santo patrón de la ciudad de Zaragoza, en la cual se veneran
sus reliquias desde el siglo XII. Su fiesta se celebra el día 29 de enero, siendo tradicional la degustación de roscones con tal motivo; a esta fecha alude el dicho zaragozano "San Valero,
ventolero y rosconero".
También es patrón de Castelnou, donde se dice que apareció por allí; sería
por el siglo IV, aunque es poco probable que Castelnou ya existiera, pero quien
sabe, la mitología es así; tampoco se creía que existiera Troya y resultó que
sí. Lo de la leyenda del gato que le dieron por conejo ya es menos creíble. En
todo caso sería por hacerle una broma, que los de Castelnou siempre han sido
muy bromistas.
De todas maneras su tradición es muy novelesca. Parece que era poco hablador, y tartamudo. Durante la persecución de los cristianos dicen que fue
detenido junto a San Vicente; a este, que era muy largo de lengua, lo
sacrificaron pero San Valero, como no decía nada, y lo que decía lo decía mal, se
salvó.
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