miércoles, 25 de enero de 2023

Comentario ¡Que vienen las elecciones! Autonómicas y municipales

 LOGOTIPO DE SAMPER DE CALANDA

Poco queda ya para que ciudadanos y ciudadanas depositemos nuestros votos para decidir que personas han de asumir los gobiernos de las instituciones en los próximos años. Es la Democracia. Una criatura que en España costó alumbrar, que con los años se ha fortalecido, aunque tiene elementos de fragilidad e imperfecciones, pero que de cualquier forma hay que arropar para que se perfeccione, crezca y robustezca.

Los Ayuntamientos son las instituciones más cercanas a la gente. Por eso son muy importantes. Y como en los pueblos todos se conocen, es ámbito en el que el voto suele estar más pegado al terreno y adquiere una dimensión más realista.

LA CÁTEDRA 1967

Irrumpe la política en el pueblo. En Samper poco. Aquí sigue prevaleciendo el no significarse y cuando nos significamos, en la calle o los bares (porque otros foros tampoco hay, los plenos se hacen a horas intempestivas y las decisiones no se abren a debates -que todo hay que decirlo-), es casi siempre de manera verbal abrupta y faltona donde el rival, más que rival es un enemigo. Ojalá el tono con que se desarrollen las elecciones sea comedido y respetuoso por parte de todos y todas. Una localidad pequeña es un microcosmos de la nación, pero la reproducción a nivel de pueblo pequeño de los “cristos” que se montan en las mayores instituciones democráticas es improductivo y puede llevar a quebrar totalmente la convivencia entre vecinos. Estaría bien que quienes no estamos empadronados en el pueblo no metiéramos cizaña a unos u otros, pues aunque paguemos impuestos también en el pueblo y tenemos voz, luego nos vamos a aguantar la resaca fuera de la localidad mientras los que se quedan van con la navaja en la faja o la liga todos los días del año (valga la similitud).

A mí, desde fuera, siempre me ha parecido que hacer política municipal en un pueblo pequeño es difícil y cosa de valientes. Andar bregando con los siempre impopulares tributos y rascando recursos de otras administraciones para mantener y mejorar servicios e infraestructuras y, de paso, dejar en el pueblo algún salario, o alguna contrata, debe ser tarea ardua; mucho más sabiendo lo rocosos que son “por arriba” y que siempre existe la sombra de un cierto clientelismo. Tomar decisiones polémicas, que no siempre gustan a todos, estando cada día expuesto en la cercanía a las críticas del vecindario, debe tener su aquel. El riesgo puede ser acabar haciendo poco, aunque sea bueno, para intentar no pisar ningún callo y contentar a todos; bien sabido es que al final, así no se contenta a casi nadie. Por eso creo que todas las personas que dan el paso para presentarse a concejal o concejala, sin buscar en ello interés personal, en principio, merecen todo respeto y reconocimiento.

Lo merecen las personas que se presentarán, me imagino que al menos por el PSOE y el PP; a las demás no se les espera, pero no sería malo que se abriera el abanico, aunque en un pueblo con ya tan pocos vecinos conseguir siete personas para una lista con la posibilidad de que no salga elegido nadie, debe ser complicado.

Deseo suerte a candidatos y candidatas de todos partidos. Bueno, si queréis, no lo voy a negar, deseo un poco más de suerte a aquellos que se presentan por partidos progresistas que, bajo mi punto de vista, apoyan opciones que considero más positivas para el bien general en ámbitos supramunicipales.

A todos ellos, desde el aprecio en lo personal, les deseo una buena campaña y una mejor faena posterior.


EN 1937. Consejo. Procede del latín concilium (reunión o asamblea), y no debe confundirse con consejo (órgano para asesorar o tomar decisiones; → consejo). Los miembros de un concejo son concejales; los de un consejo, consejeros. Eso dice el diccionario aunque no entiendo muy bien la diferencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario