sábado, 28 de marzo de 2020

Comentario. La doble moral y la incoherencia de las ideas con los hechos.


          Cuentan que en un pueblo cercano a Samper (creo que en Albalate del Arzobispo), en los años treinta del siglo pasado, en una reunión de sindicalistas de la CNT, un dirigente que había venido del exterior de la comarca adoctrinaba a los reunidos sobre la emancipación de la mujer y a la pregunta y confirmación positiva de si un padre debería dejar en libertar a su hija para escoger novio aunque sus progenitores no estuvieran de acuerdo, uno de los padres, muy turbado, volvió a preguntar “y, ¿si el pretendiente es guardiacivil y de derechas, también debemos consentirlo?”. Dicen que el dirigente no supo que contestarle.

          Más sincero fue el gitano aquel, al que los milicianos de “Durriti” le hacían trabajar para la comunidad; cuando estaba picando en el tajo, exclamó un tanto escamado: “si esto es comunismo, que viva el fascismo”. Fue muy claro, y eso que a los gitanos se les atribuye ser poco sinceros en sus expresiones.
          Dicen que con Maquiavelo empezaron las ideas modernas; este había estudiado bastante y era muy listo; sabía que quien había sido coherente en política estaba abocado a la derrota ante sus adversarios y que todos los movimientos sociales, desde que aparecieron con el cristianismo, terminaron corrompidos, así que más vale que empiecen ya corrompidos y practicando la doble mora (esto último no lo decía Maquiavelo pero se le atribuye a él): “una cosa es lo que se predica y otra dar trigo”; “el fin justifica los medios, que nosotros tenemos fines buenos y, por lo tanto, hacemos lo que hay que hacer. Los otros, es que no tienen fines buenos y aunque hagan bueno, su fin es malo”. Los jesuitas se impusieron a los reformadores “buenistas” (como se dice ahora), en la Iglesia católica, y los puritanos protestantes, han sido los maestros de la cultura hipócrita moderna.
          Democristianos y socialistas corruptos y mafiosos; conservadores pios que llevan a sus hijas a abortar al extranjero y tienen queridas/os clandestinos; progres carcas y machistas; comunistas que llevan a sus hijos a colegios de pago, revolucionarios de salón; liberales dogmáticos y ultramontanos que predican el no intervencionismo del Estado en la economía, que han venido destruyendo y desvalijado en los últimos años el “Estado del Bienestar”, pero ahora con la crisis del coronavirus quieren que el Estado intervenga y nos resuelva todos los problemas, los sanitarios y los económicos que se nos avecina; banqueros que han llevado a la ruina a sus bancos saneados con dinero público pero se van al paro con indemnizaciones enormes porque han sido buenos gestores.
          Naturalmente la mayoría de la población no es así; pero parecería que los que triunfan en la vida, si lo fueran.  Que conste que personalmente no me gustan todas las ideologías y algunas me asustan de que fueran aplicadas por gente coherente (Dios nos libre, o lo que haya por ahí), pero la mayoría si las respeto y me gustaría que quienes dicen digo no hiciera luego Diego, que fueran de frente y con honestidad política e intelectual.

El ejército ruso entra en Italia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario