Restos existentes del castillo de Samper
Como decía en mi artículo
anterior, la fecha de construcción del castillo no es conocida, sin embargo, sabemos
que tuvo que construirse antes de 1194, ya que este año aparece en el documento
de últimas voluntades de Alfonso II, por el que se le donaba a la Orden de San
Juan de Jerusalén.
Este dato permite el desarrollo de hipótesis acerca del período
de tiempo en que se construyó, partiendo de la
interpretación de sucesos acaecidos
en su entorno más próximo en particular
y en el Bajo Aragón en general.
Dado que los castillos se construían por motivos de
defensa, un análisis de las guerras y enfrentamientos entre cristianos y musulmanes y las
distintas facciones de éstos, dará
información muy valiosa para
construir las hipótesis más probables.
Los castillos en la época medieval
fueron construidos con financiación real, nobiliaria o de los llamados señores
de la guerra y su localización estaba determinada para la defensa de poblaciones importantes y protección
de vías estratégicas, como los valles de los ríos usados para el acceso de
tropas.
La construcción de castillos
era, a menudo, el núcleo en torno al cual se establecían grupos de población a los
que posteriormente se les reconocía derechos y obligaciones recogidas en
cartas de población y, en algunos casos,
fueros especiales. Por ello, con gran probabilidad, el período de construcción
del castillo correspondió con el de nacimiento de Samper como población.
Analicemos los conflictos que se dieron en la zona en los
cinco siglos, desde el siglo VIII al XII.
Siglo
VIII LA CONQUISTA DE ARAGÓN POR LOS MUSULMANES
La rapidez de la conquista de
la península por los musulmanes, en total unos 4 años, y prácticamente sin resistencia activa en esta zona de Aragón, hace muy improbable que
el castillo fuera edificado por los
árabes como defensa del territorio conquistado.
Fotografía: Blog enunrincondelcolegio.blogspot.com.es
Como explica la académica María Jesús Viguera en su trabajo “Noticias sobre el Aragón Musulmán”
“la mayor
parte del dominio musulmán en el valle del Ebro, se extendió por medio de
pactos; de ellos hay referencias, esparcidas por las fuentes hispanoárabes, a
varias, entre ellas: a la capitulación de Pamplona, al pacto con el
terrateniente Casio por los alrededores de Tarazona y Ejea, a la rendición
final de Huesca al cabo de siete años de asedio, y a los pactos de los
musulmanes con los pobladores del valle del Cinca. Este sistema debió ser
general, y, bien por una capitulación previa, o bien por una capitulación
posterior a una resistencia, las diversas tierras que luego constituirían
Aragón fueron ocupadas y dominadas, o sólo dominadas a distancia, según los
casos, por los musulmanes.”
SIGLOS
VIII, IX y X. LAS TENSIONES ENTRE EL PODER LOCAL Y LA AUTORIDAD CENTRAL: EMIRES
Y CALIFAS
No parece tampoco probable que
los conflictos bélicos que hubo, nada
más finalizar la invasión en los siglos
VIII y IX, entre los poderes locales de la Marca Superior,
árabes del sur o yemeníes establecidos en Zaragoza, y los poderes centrales de los emires omeyas de Córdoba, fueran la causa de la construcción
del castillo, ya que las batallas se
dieron en Zaragoza, en las poblaciones
importantes de los alrededores de ésta y en la ribera del Ebro, aguas arriba de
Zaragoza.
Las desavenencias posteriores que ocurrieron a lo largo del siglo X entre la dinastía de los Tuyibíes de Zaragoza y las del Califato Independiente de Córdoba, proclamado
por Abderramán III en 924, y que se extendieron bajo los gobiernos de Al Hakam II y Almanzor, tampoco justifican
la construcción del castillo en Samper,
ya que las tropas de los califas, que
partían de Córdoba, iban por
Teruel y seguían por el valle del Jiloca pasando por Daroca y Calatayud
Detalles sobre la dominación
árabe de Aragón pueden encontrarse en el mencionado trabajo de María Jesús Viguera, en el enlace siguiente:
Que la construcción del
castillo no corresponde a los siglos VIII, IX y X viene corroborado en la publicación” Fortificaciones islámicas en la Marca
Superior. Período Omeya: testimonio de fuentes escritas en árabe.” Este trabajo,
que fue la tesis doctoral de Juan Antonio Souto Lasala, identifica
las construcciones, entre ellas los castillos, que se erigieron durante el
período omeya en la Marca Superior, en
la que estaba incluido el territorio que
posteriormente constituiría Aragón. Es decir
desde la llegada de los primeros musulmanes en 714 hasta 1013 cuando se produce
el desmembramiento del poder central del califato de Córdoba. El estudio,
basado en 31 fuentes árabes de ese período, solo identifica, en la zona próxima
a Samper, castillos en Caspe, Belchite y Alcañiz.
Con respecto a este último, según
indica José Luís Corral Lafuente en
su trabajo, “Alcañiz de Huerva: Notas
para su identificación” hay ciertas dudas en cuanto a si la población es la
del Bajo Aragón o la desaparecida población de Alcañiz de Huerva, en las proximidades
de Zaragoza.
Para información detallada
sobre las luchas que hubo entre los rebeldes y la autoridad de los emires y los
califas y entre los rebeldes entre sí , en los siglos VIII,IX y X, se puede acceder al trabajo de Fernando
de la Granja “ La Marca Superior en la obra de Al –Udri”. La publicación,
que es una traducción al español de la obra en árabe de Al-Udri, está escrita
en forma novelada y su lectura divertida ayuda a entender la cultura y
prácticas del mundo musulmán.
El trabajo de Fernando de la Granja puede verse
en el enlace siguiente:
SIGLO
XI EL ESTABLECIMIENTO DE LAS PRIMERAS TAIFAS
La Taifa de la Marca Superior:
Zaragoza
A comienzos del siglo XI , en
1.018 y coincidiendo con el período de
convulsión y desintegración del Califato de Córdoba, los Tuyibíes, dinastía que
desde el año 890 ostentaba el poder en Zaragoza, declararon la independencia de la Taifa de Zaragoza. A
partir de este momento, la zona norte de
la provincia de Teruel y las comarcas del Matarraña y Bajo Aragón pasaron a
depender de la Taifa Independiente de Zaragoza.
Mapa de los reinos Taifas en
1035
Fotografía: Blog reyesydinastias.blogspot.com.es
Los reyes de la Taifa de Zaragoza
se vieron envueltos, durante sus casi 100 años de existencia (1018-1110) ,en disputas contra
los reyes cristianos de Navarra y Aragón, pero también contra los reyes que ostentaban el poder en las Taifas próximas de Lérida, Tortosa y Denia.
Como resultado, los
territorios que formaban la Taifa de
Zaragoza y las de las circundantes variaron sus límites con frecuencia
En la ilustración que sigue
pueden verse los cambios que tuvieron lugar en el período 1059-1082
Expansión de la Taifa de
Zaragoza. Período 1059-1082
Fotografía: blog reyesydinastias.blogspot.com.es
Los enfrentamientos más importantes se dieron
en el período 1046-1078 entre los
hermanos Al- Muqtadir, rey de la Taifa
de Zaragoza, y Yusuf al-Muzaffar, rey de
la Taifa de Lérida. Ambos habían heredado estas Taifas a la muerte de su padre
Sulayman al-Mustasin, rey de la Taifa de Zaragoza, que en su testamento en 1046
había repartido sus territorios entre sus hijos. Estas tensiones por incorporar los territorios de la Taifa de
Lérida a la de Zaragoza produjeron un
período de enfrentamientos que duró 30 años, hasta 1078, en que el rey de la Taifa de Zaragoza tomó de nuevo
control de los territorios de Lérida.
Otros enfrentamientos a resaltar fueron los que se produjeron en 1082-1084
entre los hermanos Al-Mundir al-Hayib
y Yúsuf al- Mutamán Yúsuf que
habían recibido a la muerte de su padre, Al-Muqtadir de Zaragoza, los territorios orientales, Lérida, Tortosa y
Denia , y occidentales de la Taifa de Zaragoza , respectivamente. Los choques
más importantes entre ambos bandos se
produjeron en la frontera ribagorzana y en Morella.
No parece, sin embargo, que
estos conflictos que ocurrieron lejos de
la zona del Martín fueran causa determinante para la construcción del castillo
de Samper.
Información detallada sobre los reinos de Taifas, incluido el de
Zaragoza, puede encontrarse es esta página:
FINALES
SIGLO XI.
La
invasión de los Almorávides.
En 1086 los almorávides desembarcan en la
península después de que el rey de la
Taifa de Sevilla, al-Mutamid, solicitara su auxilio debido a la extremada debilidad de las taifas.
En 1085 Toledo, una referencia clave del islam en Al-Andalus, había caído en manos de Alfonso VI de
Castilla.
Ibn Tusufin
desembarcó en la península con un gran ejército y en el período de 28
años se hizo con el control de los
territorios de las taifas, con la excepción de Fraga.
En el gráfico que sigue se indican las vías de penetración en la
península y las fechas de éstas.
Las conquistas de los
almorávides
Fotografía:
Blog reyesydinastias.blogspot.com.es
A mediados de 1093, los
almorávides habían conquistado todos los reinos de taifas salvo Albarracín, Zaragoza
y Lérida. En 1102 ya habían tratado de conquistar Zaragoza por primera vez, tomando
la Taifa de Albarracín en 1104. Zaragoza cayó finalmente en 1110 cuando sus
habitantes, la mayoría favorables a los almorávides en ese momento, solicitaron
la ayuda de éstos desde Valencia.
Por lo tanto, existe la
posibilidad de que el castillo de Samper fuera construido durante el período
1096-1110, como defensa contra las tropas almorávides procedentes de Levante, por
los hudíes que regían la Taifa de Zaragoza.
SIGLO
XII LA RECONQUISTA DEL VALLE DEL EBRO
La Reconquista del valle del Ebro
comienza con la conquista de Zaragoza por Alfonso
I el Batallador en 1118. Con Zaragoza, y según indica el medievalista Antonio Ubieto Arteta, en su obra “La Historia de Aragón, la formación
territorial”, se entregaron Alfajarín, Fuentes y Pina por el lado este y
Alagón, Cabañas, Novillas y Cortes por el lado oeste.
En la ilustración de abajo
pueden verse la totalidad de localidades que se entregaron con motivo de la
conquista de Zaragoza
Fotografía: “La Historia de Aragón,
la formación territorial” Antonio Ubieto Arteta
La caída de Zaragoza,
importantísima ciudad para el mundo musulmán, produjo una reacción en Al-Andalus
y, como resultado, el califa del imperio almorávide, Ali-ben-Yusuf, reunió en Córdoba
y Valencia un gran ejército que, con el objetivo de recuperar Zaragoza, se
enfrentó en 1120 en Cutanda, a pocos kilómetros de Daroca, sufriendo una fuerte
derrota ante las tropas de Alfonso I.
Como resultado de esta victoria,
el rey de Aragón extendió rápidamente los límites del reino hacia el oeste con
la conquista de Calatayud, Alhama y Ariza y hacia el sur con la de Daroca y
Monreal.
En 1134, a su regreso de las
campañas de Andalucía y en su empeño de conquistar Fraga, localidad clave para
el dominio de la cuenca baja del Ebro, sufre una estrepitosa derrota a mano de
los almorávides, sufriendo heridas de las cuales moriría. Consecuencia de ello
es que una gran parte de territorios y ciudades fueran recuperados por los
almorávides en el período 1135-1136.
Así, en la zona próxima a
Samper y según indica Ubieto, las tenencias de Pina, Aljafarín y Velilla
debieron abandonarse por sus pobladores, ya que no se citan como territorios
cristianos en la documentación de
aquellos años. Lo mismo ocurrió con las tierras turolenses situadas en el sur
de Daroca.
José
María Lacarra en su obra “La Reconquista y repoblación del valle del Ebro” indica que, tras
la derrota de 1134, además de perder Mequinenza, se perdió la zona del Bajo
Aragón que regaban los ríos Algars, Matarraña, Guadalope, y Martín. La frontera
Norte –Sur se desplazó hasta el valle del Rio Aguas Vivas que desemboca en el
Ebro en la Zaida
Tras el paréntesis de
1135-1137, período en que Ramiro II gobernó como rey de Aragón y en el
que no hubo movimientos en el
frente debido a los problemas políticos derivados del testamento del
Batallador, la actividad de reconquista se retomó en 1140 con Ramón
Berenguer IV , nombrado Príncipe de Aragón y Conde de Barcelona.
La reconquista final del
territorio del Bajo Aragón fue llevada a cabo bajo la autoridad de de Ramon
Berenguer IV (1137-1162) y el reinado de Alfonso II (1162-1196). Así ,durante
el principado de Ramón Berenguer se recuperaron de Oeste a Este: Huesa,
Albalate, Híjar y Alcañiz. Ramón Berenguer fortificó las cuencas de los
principales ríos fluviales por donde los musulmanes podían penetrar y recuperar
los territorios conquistados.
Bajo el reinado de Alfonso II se completó la reconquista
con la ocupación, en el período 1168-1169, de un gran número de poblaciones: Caspe, Fabara, Maella,
Mazaleón, Valdeltormo, La Fresneda, Ráfales, Castellote, Valderrobres, Beceite y
Peñarroya de Tastavins, Torre del Compte, Mazaleón, Calanda, Aguaviva, y Las
Cuevas, entre otras.
El plano que sigue y que está contenido en el trabajo de Antonio Ubieto Arteta, “La historia de Aragón. La formación
territorial”, ilustra claramente las poblaciones reconquistadas bajo el
reinado de Alfonso II y las conseguidas bajo el liderazgo de su padre.
Fotografía: “La Historia de Aragón, la formación territorial”. Antonio Ubieto
Arteta
Es importante resaltar que, a
partir de la muerte de Alfonso I el Batallador, la reconquista por la parte
meridional del Ebro se llevó más por iniciativa de los señores de los
territorios próximos, poseedores de tenencias, que por las tropas reales. En este
sentido el señor de Belchite, Galíndo
Jiménez, jugó un papel muy importante en los territorios desde el río Agua
Vivas hasta la cuenca del Río Martín.
Según expone Matías Pallares Gil en su trabajo “La Frontera Sarracena en tiempos de Ramón
Berenguer IV”, Galindo Jiménez ensanchó notablemente sus dominios por la
frontera, hasta Castellote y hacia Monforte donde ejercía dominio en
1157. Obtuvo también el castillo de Híjar, no se cita fecha, por lo cual pudiera ser que hubiera
conquistado las posesiones, núcleo urbano y/o castillo que pudiera albergar en aquellos años Samper.
Como vemos, durante el período
de 50 años comprendido entre la toma de Zaragoza por el Batallador en 1118
hasta la definitiva conquista del Bajo Aragón en 1169, las fronteras entre los
almorávides y los cristianos y, concretamente, las zonas del Río Martín
cambiaron varias veces de mano, por lo tanto, hay una alta probabilidad de que el
castillo se construyera por alguno de los dos bandos en este período
CONCLUSIÓN
De las contiendas
entre musulmanes y cristianos y entre los distintos bandos y
dinastías de musulmanes en los cinco siglos considerados, se deduce
que el período con más probabilidad de
construcción del castillo de Samper es
el que va de 1086, año en que los almorávides
llegaron a la península, hasta 1168 , en que prácticamente se completó la reconquista
del Bajo Aragón por la acción de los
señores feudales donde Galindo Jiménez, señor de Belchite, jugó un papel
esencial en la reconquista de los terrenos próximos al valle del Martín.
La construcción pudo ser decidida
por Ahmad al-Musta‛īn, rey de la Taifa de Zaragoza, cuando vio que
los almorávides empezaron a hacerse con el control de las Taifas del sur de la
península. Si ocurrió así, seguramente el objetivo fue no tanto la protección
de Zaragoza capital sino, proteger uno
de los accesos al Ebro, vía fluvial de extraordinario valor y barrera natural a los
territorios septentrionales de la Taifa
de Zaragoza.
La otra posibilidad, que
encuentro más probable, es que el castillo se erigiera en el período 1134-1169
bien por los almorávides una vez que, derrotado Alfonso I, recuperaron los territorios del Bajo Aragón o
bien por los cristianos cuando el poder
era ejercido por Ramón Berenguer IV o su hijo Alfonso II.
Durante este período de tiempo
Samper y otras poblaciones de las proximidades estaban en una frontera
cambiante y, por lo tanto, no es de extrañar que uno u otro bando tomara la
decisión de construir un castillo. Mi preferencia por la fecha de construcción en el período 1134-1169 está
reforzada por el trabajo de José
María Lacarra “La
Reconquista y Repoblación del Valle del Ebro” cuando dice:
…”Ramón Berenguer puso especialísimo cuidado
en fortificar e integrar bien los pasos de las cuencas o principales corrientes
fluviales por donde el enemigo podía penetrar y recuperar el territorio
conquistado. Híjar y Albalate eran los guardianes del Martín.”
Por lo tanto, parece razonable
que el castillo de Samper se uniera a los mencionados castillos con el mismo
propósito.
Finalmente recalcar que esta conclusión no deja de ser
una hipótesis. Con gran probabilidad el trabajo de los investigadores en los
próximos años sacará a la luz más
información sobre nuestro desaparecido castillo. Espero que este trabajo
haya servido para despertar el interés
por esta destruida construcción, que mereció aparecer en el testamento de un
rey, e igualmente para refrescar los
conocimientos de los cinco siglos en que Aragón y la región del Martín
estuvieron bajo dominio musulmán.
Eres genial Guillermo
ResponderEliminarGran trabajo Guillermo , mientras puedas continua con tú sería y trabajosa investigación . saludos .
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