La deslocalización de la empresa Airtex que la llevan a Rumanía y deja a más de 100 familias en el paro, es de manual. Nada que objetar de acuerdo con el pensamiento neoliberal dominante; quienes se escandalizan, pero defienden este sistema, andan bastante despistados.
Ya vinieron a instalarse en España
porque aquí se les ofrecía mejores condiciones que en otros lugares; más bajos
salarios, “la vista gorda” para los problemas de medio ambiente y salud
laboral; varias escalas salariales que discriminan a unos trabajadores de otros
incluso saltándose el Estatuto de los trabajadores y otras leyes laborales.
Competencia desleal sobre el empresariado nacional, dando subvenciones para su
instalación, cesión de terrenos o muy baratos por los ayuntamientos. Permutas
de terreno hacia constructoras amigas.
Todo ello sin contrapartidas en caso de deslocalización. Las
contrapartidas se las llevaron posiblemente los políticos municipales que “apararon
el cazo”, si es que lo hicieron porque hay políticos bien intencionados que
creen que con eso facilitaban la creación de puestos de trabajo en su localidad
(los hay, sobre todo en las localidades pequeñas o medianas).
Ahora ya no les interesa y ven su porvenir en otros lugares más salvajes
que este, generalmente de estados mal gestionados y sin leyes laborales ni de
medio ambiente, y se van de nuestro país como vinieron. Estas empresas tienen
sus socios y accionistas, y los gestores tienen que rendir cuentas, cuanto más
beneficiosas mejor. No hay nada que hacer. Se podrían elaborar leyes a priori
que impidieran eso y que la Administración las llevara a cabo. Pero no se
hacen.
Dicen que esta empresa se ha embolsado ayudas autonómicas por valor de
casi 900.000 euros durante los últimos años, una cantidad que la vicepresidenta
del Gobierno de Aragón y consejera de Economía, Empleo e Industria, Mar Vaquero,
ya ha reclamado a la compañía “por no cumplir con su compromiso con esta
tierra”. Pero Airtex se irá de rositas. Porque ese compromiso no es
vinculante: criticar que se va esta empresa de España es una mera critica
moral, no le compromete a nada. Además, podrán seguir vendiendo sus productos
en España compitiendo con las empresas que están instaladas en aquí en mejores
condiciones de competencia.
Así es la lógica de la economía liberal. Y en esa lógica, los países que
no practican esa economía liberal (China, por ejemplo, pero hay más países de
economías emergentes), tienen las de ganar; por eso Occidente: EE. UU. y UE,
están en decadencia económica y no pueden competir con esos países.
Yo empezaría colgando de cuello a los sindicatos que solo ponen la mano y no dan la cara es la lacra de la sociedad laboral actual, no hay sindicatos libres.
ResponderEliminarMuy interesante el artículo
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