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Foto: antigua |
Nos dirán nostálgicos, que solo nos preocupa lo antiguo y ya obsoleto, que no nos inquietamos de lo nuevo, por ejemplo, de la concentración parcelaria de la huerta que es o debería ser el futuro del pueblo. Bueno; yo nunca salí, cuando vivía y trabajaba en Samper (hasta los 22 años), del perímetro urbano.
Foto: Paulino Fandos |
Una vez que fui a cazar con amigos de mi padre al corral de
la Pila Plana, quedé sorprendido al conocer ese espacio y lo que le rodea. Luego
me enteré que unos abuelos míos habían estado allí de pastores. Otra vez de las
que fui al monte a cazar (solo lo he hecho 3 veces en mi vida), me despertó mi
padre, no sé si desde el corral del Plano de la Artosa o desde el de la Balsa
de Cuartana para enseñarme la maravilla de la salida del sol; un fenómeno diario pero que no había visto nunca ni sabía que existía. Maravilla para mí;
para quien lo viera de siempre le parecería una tontada.
Foto: Paulino Fandos |
No se puede decir que fuera pijo y me asombrara lo rural;
desde niño madrugué más que los labradores, para hacer el pan, pero no salía de
mi casa, y para jugar, lo más a los pajares y eras de los arrabales del pueblo.
O sea; era un urbanita de pueblo. Ahora ya no hay rurales ni urbanitas de
pueblo; las nuevas generaciones son de cultura urbana de ciudad, aunque viva en
el pueblo.
Que el regadío de Samper esté abandonado es un drama; pero
la decadencia de una sociedad de propietarios: el Sindicato de riegos,
tiene la culpa. Ni los unos ni los otros; ni los blancos ni los negros; la
ausencia de la ley; simplemente no ha habido orden, y cuando no hay orden ni
ley, todo se viene abajo. La decadencia de otra sociedad de propietarios: la Sociedad
de montes, tiene la culpa de que en el “monte común” tampoco haya
regido la ley y el orden. Además, en Samper también ha faltado un sheriff
que pusiera la justica consuetudinaria, o quizá no podía, aunque hubiera
querido.
No soy de los que creen que “cualquier tiempo pasado fue
mejor”, todo lo contrario, pero me gusta rememorar el pasado; ahora bien,
solo aquellas cosas que eran buena, que fueron iniciativas creativas de una
gente antepasada mía, que supo, con su esfuerzo e imaginación, subsistir, crear
y mantener una economía productiva con muchos menos medios de los que tenemos
ahora. Sin ellos no habría habido progreso, ni estaríamos nosotros aquí
viviendo mejor que vivieron ellos. Por nada del mundo me gustaría volver a los
tiempos no tan lejanos (pues algunos y algunas los hemos vivido), de ir a cagar
al corral con los animales o a buscar el agua a las balsas, eso cuando la
había.
Foto: La Comarca |
Esto no es contradictorio con que nos duela ver en ruinas a
la Torre Calaveras. Si, ya sé que el ver las acequias del pueblo, ya inútiles y
sin alternativa, ni buena ni mala, es todavía peor. Y ver el “monte común”
y las sardas sin ley, es todavía peor. No hablo de si la alternativa de las
placas y las granjas son buenas o malas; yo soy crítico, pero al mismo tiempo pragmático
en esto; no veo yo iniciativas, ni alternativas mejores y sostenibles
ambientalmente. Samper está muerto, sin capacidad de emprendimiento como no sea
la de emigrar fuera la poca juventud que queda, y cualquier crítica tiene que
tener en consideración esta realidad. Además: ¿no hemos aguantado y defendido a
la central de Andorra durante muchos años, o es que nos creemos de verdad que
solo contaminaba a los de Castellón?
Foto: Paulino Fandos |
Descubrí la Torre Calaveras siendo ya mayor a pesar de
estar cerca del pueblo, y me impactó emocionalmente; por eso verla así, es un
poco como verme así yo también. Es cierto que de las fotos que pongo se puede
extraer la lectura de que la antigua, representa una España de señoritas que
van a hacerse la foto clasista con las criadas y criados; una foto que recuerda
mucho al de la película de los “Santos inocentes”, y la de las
ruinas de la torre actual significaría la ruina de aquella España de miseria y
de oligarquía y caciquismo felizmente superada.
Y un esfuerzo impagable en estos tiempos en los que domina
el individualismo más rampante.
Foto: Juanjo Vernet |
cuanta razón tienes Manolin
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, toda la razón del mundo.
ResponderEliminarTotlamente de acuerdo, toda la razón del mundo.
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