lunes, 21 de enero de 2019

Comentario. Pensiones 2019.


Comienza 2019 y se ha puesto, de nuevo, de actualidad el tema de las pensiones y de los problemas que genera la situación de la Seguridad Social a la hora de disponer de suficientes recursos para el pago de estas.
En todo caso, los pensionistas actuales y futuros tienen poca culpa en la situación financiera del Estado ya que, en su inmensa mayoría, se han limitado a trabajar, siempre que han podido, y a cotizar aquellas aportaciones que, en concepto de IRPF o Seguridad Social, hayan tenido que descontárseles de sus nóminas laborales cuando estaban en activo.

No son, por tanto, culpables de que la Administración esté, en estos momentos, en una situación difícil en cuanto a disponibilidad de recursos suficientes. Si los gobernantes que, desde hace años, han gestionado el Estado hubieran tenido más visión de futuro o hubieran sabido redistribuir mejor la riqueza nacional, o no se hubiera despilfarrado y robado tanto en este país, las cuentas públicas serían otras.
Un día sí y otro también, se nos está recordando el costo del pago de las pensiones y que los nuevos pensionistas las están teniendo más altas. Si son más altas es porque cotizan más que antes y el sistema, hasta hace poco, ha funcionado únicamente con los recursos que los propios pensionistas han generado, pero se han producido los siguientes problemas:
  1. El aumento del paro y los bajos salarios que, junto con la temporalidad, se están adueñando del mercado de trabajo son los que hacen insostenible la situación.
  2. Los gastos de administración de la Seguridad Social, que ascienden a algo más de 4.000 millones de euros anuales, se pagan de los fondos destinados a pensiones, no los paga el Presupuesto del Estado como en el resto de los órganos de la Administración.
  3. Lo mismo pasa con los fondos generados para pensiones, que se pagan con prestaciones no contributivas, tales como las de viudedad y orfandad y que, ahora, la propia Autoridad Fiscal (Airef) reconoce que deben ser asumidas por el Estado directamente para liberar a la Seguridad Social de gastos que no le son propios.
Por suerte, el Presupuesto de 2019 y algunas medidas tomadas por el actual Gobierno van en buena dirección: el aumento del SMI ayudará a mejorar los ingresos y la cotización en muchos casos; el aumento de las bases de cotización, el destope parcial de las cotizaciones altas y la lucha contra la economía sumergida también persiguen esos objetivos.
Este 2019 permitirá que, desde enero, las pensiones se incrementen en un 1,6% y las mínimas y las no contributivas en un 3% y, además, está previsto que se abone un 1% en concepto de desfase del IPC de 2018 con la subida que hubo del 1,6%. Son noticias positivas que nacen de aquel pacto que el PNV forzó al PP aceptar a cambio de sus votos. Recuérdese que Rajoy tuvo a los pensionistas cinco años con subidas del 0,25 porque España se hundía, hasta que le hicieron falta los votos y resulta que ya podía flotar.
En todo caso, lo que los pensionistas, actuales y futuros, necesitan es que se clarifique y garantice el modelo. No se puede estar pendiente de los intereses electoralistas de unos y de otros. La revalorización de las pensiones con el IPC real debe blindarse en la Constitución, así como eliminar el factor de sostenibilidad y no seguir prolongando la edad de jubilación, que ya está bien. Los que aprueban las leyes en el parlamento ni se las recortan ni se alargan la edad de jubilación (¡Que yo no soy tonto!)
Los pensionistas son un colectivo al que se le necesita; hoy en día son un sector que origina valor añadido en el comercio, ocio y hostelería, sobre todo; cotiza por IRTF, e IVA en el consumo de algunos servicios y gasto de la cesta de la compra. No se le está regalando nada, no son un sector subvencionado como se quiere hacer creer, y busquen los responsables soluciones; si empobrecen a los pensionistas se cargan a un sector de la economía.

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