Enel, propietaria de
Endesa y por tanto de la central térmica de Andorra, ha anunciado oficialmente
el cierre de la planta en junio de 2020, después de haber decidido no invertir
en las mejoras ambientales que exige la Unión Europea para cumplir el límite de
emisiones de CO 2.
La manifestación, en la
que han participado miles de personas, ha contado con el respaldo de
organizaciones empresariales y sindicales de la provincia, además de todos los
partidos políticos con representación en las Cortes de Aragón.
También la coordinadora
ciudadana Teruel Existe o la Plataforma en Defensa del Ferrocarril han
secundado esta convocatoria, insistiendo en que la clausura de la central
térmica es una puerta más que se cierra para el desarrollo de una de las
provincias más despobladas de España.
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