jueves, 20 de noviembre de 2025

Noticia. Decrecimiento inteligente

 Víctor Mur y su proyecto de construir un circuito de carreras en Samper de Calanda es un ejemplo de cómo generar economía en una zona despoblada.

Leo en este mismo diario la historia de Víctor Mur, un chaval que con tan solo 24 años tiene en Samper de Calanda, localidad con algo más de 700 habitantes, su propio circuito de carreras. La historia de Víctor, su tío y su padre es un claro ejemplo de lo que se llama técnicamente «decrecimiento inteligente», que consiste básicamente en ordenar el decrecimiento y que tiene cuatro pilares básicos. Uno de ellos, la imaginación, es el que llevó a estos dos hermanos a construir este circuito de carreras gestionando espacios en desuso, que no solo ha creado empleo, sino que atrae clientes y genera economía en una de las provincias de España, Teruel, con una mayor tasa de despoblación. Solo por delante Soria.

 Víctor nació en Premià de Dalt, Barcelona, pero siendo niño se trasladó a Samper, el pueblo de su abuelo, junto a su familia. Atrás dejaban un municipio de casi once mil habitantes y una empresa de electricidad para hacer realidad un sueño en un municipio de 720 habitantes: construir un circuito de carreras. La aventura comenzó en 2007 y en 2011 el circuito abrió sus puertas y hoy Víctor y su padre imparten clases a todo aquel que quiera aprender a derrapar, conocer los límites de su coche o mejorar su capacidad de reacción ante imprevisto en al carretera y todo ello con un único objetivo: crear una cultura del motor que tiene que entenderse como una disciplina donde la educación es primordial. Víctor en la actualidad cuenta con 182.000 seguidores en redes sociales, es el creador del método drift y, al igual que su padre y su tío, sigue soñando y, si bien el circuito ocupa ahora 22 hectáreas de terreno y dispone de tres pistas, Víctor sabe que el proyecto se hará más y más grande, y Samper de Calanda será una referencia en el mundo del motor.

¿Sirve una bufandita para curar el asma? No. Pero consuela y evita un catarro mayor que enfurezca más al asma que es caprichosa y no avisa. ¿Salvan Víctor, su padre y su tío a Teruel de la despoblación? No, pero su proyecto es un balcón abierto de probabilidades hechas realidad que a otros pueden hacerles imaginar nuevos sueños que tomarán vida lejos de las grandes ciudades, los centros de datos y el ruido. Solo el Cabezo del Calvario y sus cañones y barrancos con su Pozo de Turmera.


Ángela Labordeta

Fuente: El Periódico de Aragón...

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