jueves, 29 de diciembre de 2022

Artículo. Medidas económicas aprobadas por el Gobierno

Un paquete de medidas positivo y necesario, pero insuficiente

          La mayoría de las medidas son una prórroga de las ya existentes hasta mediados o finales del año que viene. Como novedades, la subvención de 20 céntimos para el consumo de carburantes que ahora se limita a colectivos profesionales (transportistas, agricultores, pescadores y navieras).
          También como novedad, hasta mediados del año que viene se rebaja el IVA reducido (del 10% al 5%) para el aceite y la pasta, y se suprime el superreducido (del 4% al 0%) de todos los alimentos a los que se aplica (pan común, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales). Se hecha de menos que esa bajada no se aplique a otros alimentos como la carne.
          Es urgente aliviar el fuerte crecimiento de los precios de los alimentos (por encima del 15%) que, junto a la energía, constituyen los consumos con más peso en la cesta de la compra de los hogares de menor renta. Cualquier bajada de impuestos (en este caso del IVA) tiene que garantizar que repercute en una bajada proporcional de los precios, y no suponga una medida que mejore los excedentes y los márgenes empresariales. Suele suceder que la bajada de impuestos no repercute en la bajada de los productos al consumidor.
          Hubiera preferido, creo yo, una intervención más granular actuando sobre los márgenes de beneficios de las grandes empresas y grupos de empresas, para destinar esos recursos a más hogares, no solo a los vulnerables, también a las clase media-baja. Las grandes superficies, así como otros sectores económicos, disfrutan de márgenes excesivos resultado de su poder de negociación, como reconoce el preámbulo de la Ley de la cadena alimentaria. La excepción ibérica, y en breve el tope al precio del gas importado en 180Є MWh, ha mostrado la eficacia de este tipo de intervenciones en la lucha contra la inflación. En esta línea, las ayudas a la compra de fertilizante incluidas en el paquete sí incluyen prevenciones para evitar que sean absorbidas por los márgenes de las empresas. 
          Esta intervención quirúrgica se podría haber complementado con un cheque de 300€, para 9,8 millones de personas, donde el 38% se ubican en la clase media. El gobierno ha optado por algo más limitado: una ayuda de 200€ a personas en hogares con ingresos inferiores a 27.000 euros y patrimonio bajo, lo que alcanzaría a 4,4 millones de hogares, según el Presidente del Gobierno. Complementarían las ayudas a hogares, aunque fuera del paquete, el alza del 8,6% del IMV en 2023 y del 15% en las pensiones no contributivas.
          El paquete incluye, asimismo, otras intervenciones en la energía, subvención al transporte y alquileres. El apartado energético incluye bajadas de impuestos y ayudas a sectores especialmente afectados por el alza de los precios de la energía, como el transporte terrestre o marítimo, la agricultura, pesca e industria electro y gas intensivas (con una ayuda directa estas últimas de 450 millones y de 500 millones en créditos para liquidez avalados por el ICO), con la reducción -entre otras ayudas- de los peajes para el suministro eléctrico. Se crea un nuevo PERTE para la descarbonización con un presupuesto de 3.500 millones.
          Se mantiene la bajada de impuestos en la electricidad (tipo del 0,5% del Impuesto Especial sobre la Electricidad y suspensión del Impuesto sobre el Valor de la Producción Eléctrica), así como la reducción al 5% del IVA sobre el gas natural y el precio máximo en la bombona de butano. Se prorroga asimismo la prohibición de corte de suministro energético a los hogares vulnerables. 
          Se prorroga la subvención de hasta un 50% de los títulos transporte multiviaje de transporte público y la gratuidad del transporte público de media distancia por ferrocarril. De esta manera se mantiene el 30% de subvención al transporte público urbano si las CCAA aportan los 20 puntos restantes. Se prorroga hasta mediados del año que viene la actualización de los alquileres de vivienda, 2%, la vigencia de los contratos de alquiler y la suspensión de desahucios. 
          Se echa en falta la ausencia de medidas efectivas para limitar el crecimiento del coste de las hipotecas ligadas al incremento de los tipos de interés. Recordemos que hay más de cuatro millones de hogares que se van a ver afectados por una disminución de su renta disponible, y que esta es una materia donde las medidas a adoptar son mejorables. 
          Por último, como novedad, el gobierno ha anunciado la puesta en marcha de la jubilación activa mejorada para los profesionales del servicio sanitario de atención primaria, donde se podrá compatibilizar el 75% de pensión con el trabajo a jornada completa o parcial, aunque habrá que esperar a la publicación del RDL para conocer los detalles. Es esta una medida cuya eficacia es dudosa y tendría más sentido y eficacia la implantación de medidas efectivas de jubilación parcial que garantizarían relevo generacional y rejuvenecimiento de las plantillas sin merma del número de profesionales que prestan sus servicios en atención primaria sanitaria, como se está produciendo en la actualidad y nos tememos siga ocurriendo.
          Sin embargo, estas medidas tendrán poca influencia en los resultados electorales que están por venir; ya la mayoría de la gente tiene su opinión formada, unos a favor del gobierno actual, haga lo que haga, y otros a favor de la oposición, diga lo que diga. Cuando han querido los grandes partidos, como en el caso de los jueces, han llegado a acuerdos y por unanimidad, algo impensable hace unos días para los profanos en la materia (que somos casi todos) ¿Dónde estaba el problema?
          Las posiciones están muy confrontadas en la sociedad y los políticos las agitan cada vez más, y lo que nos queda por ver y oír de aquí a las elecciones municipales y autonómicas. Es la guerra, virtual afortunadamente, de momento, entre las “dos Españas” que ya se creían muertas, pero están muy vivas como se puede apreciar al menos por los debates en los parlamentos y los medios de comunicación (yo creo que la ciudadanía está más tranquila y moderada pero las vanguardias están que no se aguantan), más la oposición, como es lógico, pues fuera de la gobernanza hace mucho frío, si no que se lo digan a las izquierdas allá donde no están gobernando, aunque yo, y se que a algunos y algunas no les gustará esto que escribo, creo que las izquierdas hacen la oposición con contención, sosiego, racionalidad y elegancia; las derechas se han echado al monte, o sea, son ultramontanas. Siguen ancladas en el carlismo y las JONS.
          De todas maneras, como la guerra, como digo, es virtual afortunadamente, la sangre no llegará al río porque dependemos de lo que diga y mande la UE para todo; para la economía, para las resoluciones judiciales, para apoyar o no a Ucrania (bueno, de eso dependemos de EE.UU.), para las decisiones o no de independencia de una región española, y hasta para ir a mear, porque además estamos super endeudados  (y nos tienen agarrados por "salva sea la parte" y así no hay autonomía ni independencia que valga, pues  ¡¡MÁS MADERA!! Que esto es divertido. 
Pronto nuestros parlamentos estarán como este de un país
 de la civilizada Europa del Norte



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