Repostería y panadería. Las 80 mejores panaderías de España: la ruta Michelin del pan por comunidades.

Tras seis semifinales por distintos puntos de España y una valoración final en cada establecimiento, el jurado de Panàtics configuró la lista de las 80 mejores panaderías en el año 2018.

ARAGÓN. Carlos Sespplugues de Horno Julia, en Alcambell (Huesca)

Panaderías Julia es una empresa familiar de Alcampell que cuenta con el conocimiento y la experiencia de cinco generaciones de panaderos artesanos. A través de su horno de leña, elaboran productos de panadería y repostería de calidad que sus clientes pueden degustar, tanto en nuestras panaderías, como en algunos de los principales distribuidores del país. 

ARAGÓN. Bernardo Rodrígez de MasaMadre, en Zaragoza

MasaMadre es una panadería artesana donde elaboran pan y repostería utilizando buenas materias primas. Harinas ecológicas molidas en Piedra, MasaMadre Natural y largas fermentaciones para extraer todas las propiedades al cereal y conseguir un gran aporte nuticional sin dar la espalda a las nuevas tegnologías.

ARAGÓN. Adrián José Omella Sancho de Horno Llerda, en Cretas (Teruel)

Cuatro generaciones de panaderos han transmitido el sabor auténtico del pan y deliciosas recetas de repostería y pastelería. La creación artesana y respetuosa de recetas heredadas de sus antepasados se conjuga con la innovación en Horno Llerda.

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Antiguo modelo del "pan de Zaragoza" o de cinta.

Antiguo modelo del pan de Samper y de gran parte
de Aragón y Tarragona

Pan de pagês, de gran parte de Cataluña.

Las diferencias entre el pan de cinta, el de payés y el que se hacía en Samper era irrelevante; los tres modelos y otros más, por ejemplo, con molde, moño, etc., y las barras que fueron sustituyendo a las hogazas o fogazas. Pertenecían al pan flama de miga blanda diferente del “preto”, o amacerado que por estas tierras se comía poco, aunque en algunos sitios se hacía a veces. En Zaragoza en vez de realizar un corte al echarlo al horno, le ponían una cinta y reventaba por la cinta al cocerse e hincharse. El de payés, a la hora de echarlo le daban la vuelta al revés y reventaba por los pliegues.