Un nuevo Almuerzo Jotero, esta vez en Azaila, pueblo del Bajo Martin,
nos hemos dado cita en un día de auténtico otoño.
Era la primera vez que se hacía en esta localidad. Hasta 10 tañedores, y
cantadores y acompañantes y de 8 localidades diferentes, un total de más 25
asistentes y varios espectadores clientes del bar multiservicios que regenta y
administra Conchi.
Hemos disfrutado como suele ser habitual cada vez que nos juntamos.
En el momento de pagar y decidir a donde la próxima hemos de ir, y ha quedado explicito y escuchado que
hemos de repetir.
Además de dar la fecha para el próximo y último antes de fin de año,
será en VINACEITE, EL DOMINGO DÍA UNO DEL MES DE DICIEMBRE.
Abrazos en la despedida y deseos de vernos ésta próxima vez.
Autor: Emilio Abadía Jariod
Ya no existe
la distancia
por qué
hablamos cada día,
sí me faltan
tus llamadas
de pena me
moriría.
Esti. Carcelera
Mejor cantar
que llorar
aunque sea
despacico,
y en lo
tocante a los celos
más vale
pobre que rico.
Est,: En Zaragoza
un cañón
La historia
así lo demuestra
Azaila tiene
un pasado,
es encuentro
de culturas;
cuantas
cosas han pasado.
Est.: Sin la
cabecica ata.
Azaila cuanto te añoro ¡Ay!
porque no estoy cuando quiero,
el corazón me palpita ¡Ay!
cuando estoy dentro mi pueblo.
(Cándido Solsona)
Embalse de
Mequinenza
Que en febrero
estaba lleno,
Te desaguaron
en marzo
Y no habrá agua
hasta el invierno.
(José Gargallo)
Di un besico al
“Aguas Vivas”
pero al Ebro no llegó,
porque llegando a Belchite
El río se secó.
(José Gargallo)
En todo el
ró Martín
Ya corre de
boca en boca;
Que bien que
sabe un almuerzo
Si se
acompaña con jota.
(Emilio Abadía)
DATOS SOBRE LA LOCALIDAD
En el Cabezo de Alcalá de Azaila se superponen tres ciudades de tres etapas
distintas, la primera desde el siglo VII a.C. destruida en la segunda guerra
púnica. La segunda se levantó directamente sobre las cenizas de la anterior y
responde al momento de la iberización. Esta ciudad II estuvo dotada de la
actual línea superior de murallas, realizadas con paramentos simples aplicados
contra el talud natural del terreno. El nombre que recibió la ciudad II fue el
de Beligio, que no aparece mencionado en las fuentes escritas, y que acuñó
moneda de plata y bronce. Intervino en las guerras civiles entre Sertorio y
Pompeyo, y sufrió una violenta destrucción entre los años 76-72 a.C.
Se ha identificado un templito al final de la calle principal de acceso,
con dos columnas in antis, cella y al fondo un alto pódium con el frontal en
piedra arenisca. Al fondo se alzó un importante grupo escultórico en bronce,
que representa al jefe local Quinto Iunio Hispano en actitud de ofrendar un
caballo a Juno, patrona de la caballería.
El cálculo de habitantes, realizado sobre las estructuras descubiertas,
proporciona un total de quinientas almas para la población de la acrópolis y un
centenar, flotante, por los alrededores. Se destruyó la ciudad III tras la batalla de Ilerda, en el año 49 a.C.,
dispersándose sus habitantes por el territorio.
De época musulmana hay poca constancia, salvo el hecho de que su topónimo
es de origen árabe, que significa “la plana”. En los textos medievales se la
citaba como Zaylla. Tras la ocupación aragonesa el rey Pedro II dio en el año
1196 la villa a Gastón de Castellote pasando más tarde a sus herederos y
perteneciendo a esta familia hasta el año 1283.
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