sábado, 29 de diciembre de 2018

Narrativa con ternasco al horno y patatas a lo pobre.


A NUESTRO TERNASCO


A todos los visitantes,
Les queremos obsequiar
Con carne de nuestra tierra,
Que nos tiene que agradar.


Criada en nuestros montes
Que nos hacen recordar:
Las Valles, el Montecico,
Cantarillo, Escosanilla,
El Sardón, la Pila Plana,
Y en la mente, algunos más.

Tierras áridas y secas
De luchas y de tesón.
Paletilla con patatas
¡No habrá carne más buena
Sin los pastores de Aragón!

Semana Cultural de Santa Quiteria 1996      

El cordero reunió en Aragón a las tres culturas culinarias que pasaron por historia culinaria de Aragón, la cristiana, la musulmana (considerado un alimento halal) y la judía (donde es considerado kosher).1 Los judíos españoles, en su cocina sefardí preparaban el cordero con pasas para luego ser servido como fiambre. Los musulmanes, en su cocina andalusí, asaban las piezas aliñándolas con hierbas como la menta. Los cristianos solían comer los despojos y se servían de los cerebros, las tripas y demás elementos de casquería (generalmente comían aquello que árabes y judíos rechazaban por normas religiosas). Esta forma de cocinar el ternasco, aprovechando las sobras ha quedado en la actualidad como un referente de la cocina aragonesa del ternasco.



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