domingo, 2 de octubre de 2016

Comentario. Ser o no ser, ésa es la cuestión.

          Una vez que las sargentas y sargentos chusqueros del PSOE (en palabras del más inteligente dirigente que ha tenido el PSOE, Josep Borrell), han derrocado a su general, ¿a quién pondrán de caudillo/a? No creo que sea a alguno de los que gobiernan en sus autonomías con las facciones izquierdistas de Podemos, Compromisos, Chuntas, IUs, mareas y demás, como Lamban que creíamos que era solo furriel de compañía pero es subteniente de los amotinados. Parece que tendrán pronto Generala, que será Susana Díaz (que ya es comandante en plaza en Andalucía), pero que necesitará, para conquistar la Moncloa y destronar a Rajoy, de los apoyos en votos de las huestes desarmadas de su propio partido más el resto de las izquierdas, algo difícil salvo, que en unas hipotéticas elecciones futuras, se entregue (abstenga) el PP. (Que no lo verán sus ojos.)

          Me gusta emplear estos símiles guerreros para describir una guerra virtual, como se hace con las contiendas deportivas entre equipos.
          En el PSOE han liado una gorda; más o menos como en las convenciones de los partidos Demócrata y Republicano de los EE.UU., solo que aquí no ha sido para elegir candidato (eso ya lo habían hecho), sino para quitar el que habían elegido en las primarias. Entonces, para su elección, se llamó a votar a toda la milicia socialista, sin embargo, para quitarle los galones al general elegido, se olvidan de la tropa y solo lo decide el cónclave. Poco les ha durado el candidato, no son como los del PP; en la derecha tradicional, una vez elegido el jefe este ya es caudillo hasta que se muere, como le ocurre a Rajoy, o hasta que decide retirarse, como hizo el señor Biel en el PAR.
          En la izquierda, en cuanto eligen a uno, ya está medio partido proclamando su alternativa a relevarlo ¡Cuánto antes mejor! En el PSOE solo duró Felipe, que era (y parece que sigue siendo), mucho Felipe y muy bien relacionado: (“tengo una oferta que hacerte que no la podrás rechazar -dice que le dijo a Sánchez-, pero me engañó”). El nuevo o nueva dirigente socialista lo tendrá muy difícil, casi imposible, para conseguir la victoria en unas elecciones a corto o medio plazo, porque tiene a todas las guerrillas insubordinadas o deshechas. No reconocerán ya al jefe del PSOE como Capitán General, y menos si como ha dicho Pedro Sánchez, “me quitáis a mí para que gobierne el PP, absteniéndoros”. Y si no se abstienen, como dicen algunos de los que le han quitado, ¿para qué esta guerra?
¡Ser o no ser, ésa es la duda!

1 comentario:

  1. ¡Plaga de oportunistas! Lo más coherente del PSOE actual actual está en Cataluña.

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