viernes, 28 de octubre de 2016

ArtiCulo. La realidad del poder.

          Uno de los problemas para entender a los políticos modernos, es decir, desde que la política se rige por las escuelas de Maquiavelo o los jesuitas, es que nunca se sabe por dónde te van a salir; cuál será su política de alianzas, si lo que dicen se corresponde con lo que piensan y lo que dicen o lo que piensan se corresponde con lo que hacen (que va a ser que no). Por eso don Pedro Sánchez no podía seguir liderando un partido importante como el PSOE. Resulta que se creyó lo que decía o lo que le habían dicho que dijera su jefe, pues fue don Felipe González quien lo promovió a la secretaría General. ¿Cómo se pudo engañar, semejante maestro de la política moderna?.. Ha tenido que matar a su hijo.
          A Pedro Sánchez le ha pasado, quizá por su ingenuidad, como a otros políticos que se creyeron que la política democrática era la insignia de la coherencia, de la trasparencia de las ideas, de la fidelidad a su programa y a los que confiaron en él; es decir, los que son utópicos.
          Recordemos a Adolfo Suarez, con su “Puedo prometer y prometo”, que no iba de “farol”, y se fue a “hacer puñetas”; eso sí, con muchas medallas a posteriori. O a Julio Anguita, comprendido pero no apoyado por la ciudadanía ni siquiera por muchos de los suyos que aunque ahora no lo quieran reconocer, entonces, cuando se criticaba al “felipismo” desde la izquierda, conciliaban con la corrupción del PSOE,
          Ciudadanos me ha decepcionado; cada vez que salen a decir algo es diferente y ahora están convencidos de que ya se ha regenerado la política, que es gracias a ellos que le han metido al PP 150 medidas, de a palmo, que no han podido rechazar los populares. No sé qué futuro se le aguarda; creo que malo, porqué tampoco es bueno ser tan permeable al programa y tan voluble (ni tanto ni tampoco).
          Yo veo a los de UPodemos coherentes y Pablo Iglesias estuvo en esa línea en su intervenciones últimas: utópico hasta faltar, a veces; por eso es el demonio a batir por todos los medios de comunicación tradicionales después de Pedro Sánchez; con anterioridad ya lo fue Monedero (del que decían que fue fiel a su apellido). Erejón es más sibilino, maquiavélico, jesuítico, y quiere ocultar las intenciones verdaderas de Podemos para engañar al electorado moderado. Pero esas cosas, que pudieran ser inteligentes, no se discuten por Facebook, por “twitter” o en asambleas congresuales en un polideportivo; se discuten en el Comité Central y no se entera nadie. Santiago Carrillo no triunfó en política porque escribió un libro en el que rebelaba todo lo que Iba a hacer para conquistar el Estado Capitalista; creo que se llamaba “Eurocomunismo y Estado”. Lo leí varias veces. Ahí acabó su carrera política. Hizo como la CNT de los años de 1930, que convocó un congreso sindical en Zaragoza para decidir la fecha de la insurrección proletaria y su preparación para implantar el Comunismo. Total, un fracaso; la policía no necesitó ni infiltrarse en la organización

          Por ejemplo: ¿Alguien sabe lo que se discute en los órganos del PP? ¿Cuándo se le pregunta algo a Rajoy, dice algo concreto? ¿Se sabe a dónde va, de donde viene; si sube o si baja; si el PP es de centro o de derecha, o el partido de los trabajadores? (Si ya no hay derechas ni izquierdas y el centro es una quimera para que darse mal pues.) Por eso tenemos PP y Rajoy para rato; ganó Rajoy las elecciones generales después de perder varias, algo impensable que pase en otros partidos o latitudes, y gana elecciones hasta las que no se convocan, ¿por qué? Porque es prudente.
          El PSOE se repondrá; cuando sea prudente. Ahora ni es coherente ni es prudente. Con Susana Díaz no puede seguir porque es de todo menos prudente. Y pedro Sánchez era utópico. Pero ese personaje serio y gris, que nunca mira a la cara y que preside la Gestora del partido, pienso que tendrá futuro.

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