Ya estamos en domingo
Para volver a cantar,
Por fin lo hacemos en Hijar
Porque le tocaba ya.
Estilo Pastora.
Si mis ojos se cerraran
No llores corazón mío,
Conserva en tu corazón
Lo mucho que te he querido
Estilo propio.
De la abundancia del alma
Dicen habla el corazón,
Las cien mil cosas más bellas
Las tiene el Bajo Aragón
Estilo propio.
Todos somos muy felices
A la hora de cantar,
Si es la jota de Aragón
Para que queremos más.
Estilo propio.
Autor: Emilio Abadía
Jariod.
Las casas y las calles de Híjar
se van situando escalonadamente, hasta coronar el monte sobre el que se asienta
la población y en el que destacan los edificios del castillo y la iglesia
parroquial.
Al otro del río emerge el monte
sobre el que blanquea el santuario de la Virgen del Carmen, un importante
complejo religioso.
El trazado del casco urbano es
pintoresco, con plazas, calles y arcos de indudable belleza. Casas con grandes
y típicas balconadas de hierro forjado y salientes aleros.
El estilo gótico está presente en
la ermita de San Antonio y también en la bóveda de crucería estrellada de la
iglesia parroquial de Santa María.
Híjar fue cabecera de una de las
casas nobiliarias más importantes de la historia de Aragón y del partido
judicial del mismo nombre hasta su desaparición en la década de 1960.
De acuerdo con el censo de 2004
Híjar tiene una población de 1.907 habitantes. En los censos anteriores de los
años 1900 y 1950 tenía una población de 3.330 y 3.586 habitantes
respectivamente.
La Semana Santa de Híjar,
incluida en la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón, es fiesta declarada
de interés turístico nacional.
Híjar mantiene viva la
tradición de los rosarieros o despertadores y desde 1981
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