Este año,
como el pasado para la Semana Santa, mi cuadrilla nos hemos trasladado a los
bajos de la casa del Habanero, en lo que él llama “La Cueva” un sitio remozado
y saneado donde, en otros tiempos, su padre encerraba el ganado. Es un sitio
idílico, al menos para mí. Se trata del mismo lugar donde se le aparece al susodicho compañero “el duende de los caños y de las cañas”; por eso esperaba que
este año se me apareciera a mí también, al menos por la noche (del Viernes o
Sábado Santo) y más teniendo en cuenta que, según dice Habanero, acude al aroma
de los vinos y licores, algo que no nos falta a la cuadrilla por estos días.
Pero nada,
no se me apareció; debe ser que como va por todas las acequias del río Martín,
por la Semana Santa estará por Albalate, Urrea, Hijar o la Puebla, o que a esta
cuadrilla no nos considera demasiado relevantes. Me hubiera gustado. Lo
habríamos invitado a las recenas, o a las judías pochas con sepia del viernes,
a la lifara de ternasco asado del sábado o la caldereta del domingo. Dicen que
lo vieron rondar tocando el tambor con algunos de la cuadrilla, pero yo creo
que se equivocan, aunque como yo estoy un poco apabilado en esto de rondar
tocando…, a lo mejor era uno de ellos y no me lo han dicho, para que no le cobrara, pues soy el tesorero. A ver
si al año que viene hay más suerte.
Con duende bajando hasta la cueva
Las fotos son de Juanjo, pero estas dos de Maraña.
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Removiendo el café |
Caldereta de ternasco
La junta anterior fue destituida por quedarse para vermutes, y para ellos solos, el 3% del presupuesto
Uno de los mejores
A ver si el "duende" aparece ya!Sus seguidores,entre los que me encuentro,llevamos unos meses esperando su magia, a la vez que sus reflexiones y comentarios.
ResponderEliminarhasta los bien painaus se están volviendo perroflautas
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