martes, 26 de agosto de 2014

ArtiCulo: La fiesta del barrio de San Agustín.


     Las fiestas del barrio de San Agustín son las más entrañables de las que se celebran en Samper de Calanda. Claro que aquí tenemos muchas fiestas. Además de las Mayores -las de Santo Domingo-, tenemos también las de Primavera (con feria y jornadas culturales) dedicadas a Santa Quiteria y, cómo no, la Semana Santa. O sea, que somos un pueblo muy religioso o por lo menos santero. Así, como diría San Agustín, iremos por lo menos al Purgatorio, porque la Gracia actual, la justificante o la santificante nos viene a raudales por los cuatro costados. 
     Lo de la fiesta de los barrios era curioso, el pueblo estaba dividido en varios barrios, cada uno con su advocación santera y con una especie de cofradía compuesta por los vecinos de las calles que componían dichos barrios. 
     Una vez al año, con motivo del día del santo del calendario, se le hacia una misa a la que acudían los vecinos y una cena de hermandad, a veces con hogueras, si era invierno, y algún acto profano. También se solía hacer una novena con cánticos al Santo con los gozos que relatan la ajetreada vida, que fue, de esta persona.
     En mi barrio, el del “Crucero”, celebrábamos a la Virgen del Rosario: “Virgen de nuestros amores/ baja a la Tierra y verás/ que Samper tu pueblo Amado/ rezando el rosario está”. Y seguía..., pero no me acuerdo de más; solo sé que con la reforma conciliar y la decisión de un cura moderno, mosén Luis, se acabó la novena. A mí no me pareció mal por aquellos tiempos, pues no era romántico como ahora y aquello me sonaba a retrógrado.
     Parece ser que antiguamente en la Virgen del Rosario se hacía mucha fiesta con cena de hermandad, etc., pero la Guerra civil quebró la armonía que solo se restituyó débilmente después de la contienda pero sin cena ni fiesta aunque si con la novena y cantos en la calle.
     Más abajo de la Virgen del rosario, en la calle Estrevedes, estaba “San Miguel arcángel/ gran batallador/ que lleva las almas/ al tribunal de Dios,”  en cuya fiesta, de rondón, me colaba cuando era niño. Los vecinos del barrio nos daban algunas chucherías para que fuéramos pregonando por todo el pueblo, con unos campanicos, "que había novena en el barrio": “la-no-ve-na-de-la-vir-gen-del-ro-sa-rio” –repetíamos cantando-.
     Una de las características de estas advocaciones es que todas tienen su capilla abierta, lo que hace de Samper un pueblo peculiar lleno de estas capillas. Actualmente se están construyendo capillas en zonas donde ya las hay, que en realidad no se qué utilidad o mérito tienen; tendrían sentido si se hicieran en un barriada o residencia de nueva construcción pero si no, creo que distorsionan el sentido tradicional con el que se hicieron las que están, Pero para gusto están los géneros.
     El barrio de San Agustín es el que mejor ha conservado la tradición, y lo ha mejorado. Recuerdo de muy pequeño que el tio Morales que regentaba una librería en la misma casa que tiene la capilla el Santo, nos daba "chuches", tebeos u otras cosas compitiendo en carreras y cucañas diversas. Luego vinieron los hermanos Abos y dinamizaron la fiesta hasta casi lo que hoy es. De momento va muy bien con un buen equipo y la participación colectiva de vecinos. Ojalá dure; porque la cena, el buen ternasco tan bien horneado y servido es un lujo. Un manjar. Además para los que no somos del barrio y participamos de la cena, es algo impagable. Como impagable es tambien la fiesta que se da a todos los niños que están en el pueblo, sean o no sean del barrio.

Pero, ¿Quién era San Agustín?
     En nuestro santoral tenemos santos mitológicos como San Miguel, rescatados del paganismo como San Jorge o idealizados por la religiosidad popular como Santa Quiteria. Sin embargo, Agustín, como Tomás de Aquino y otros, pertenecen a personajes históricos perfectamente documentados.
     Quizás parezca exagerado si digo que Agustín de Hipona, ha sido con Platón y Aristóteles, los que han asentado nuestro pensamiento o cultura occidental. Es cierto que a pesar de que los escritos de Agustín se conocen perfectamente, la interpretación que se hace de ellos es muy diversa, aunque cada escuela dirá que la suya es la correcta.
     Muchos movimientos de reforma se inspiraron en él: el protestantismo, los cristianos neoplatónicos, los erasmistas y reformadores católicos de las órdenes mendicantes. Algún filósofo insigne materialista y ateo como el profesor Bueno, dice que inspiró el anarquismo (lo dice en un libro suyo pero no explica cómo), otros que si el socialismo utópico, la teoría de la evolución o de la relatividad. Yo no llego a tanto porque mi conocimiento de él solo es enciclopédico. Una vez me puse a leer la “Ciudad de Dios” para ver si era verdad que defendía la separación “Iglesia-Estado” y el concepto de “guerra justa” como me habían dicho, pero se me atascaba; Su teología es confusa, porque a pesar de que polemizó con todo el mundo: paganos y heterodoxos cristianos, fue algo sincrético; por ejemplo, intentó unificar a diferentes corrientes cristianas y a estas con la filosofia griega, por lo que la mezcla es complicada de entender si no se ha ido al seminario, y creo que si se ha ido también.
     Su pensamiento sacramental es más parecido al de las masonerías esotéricas que al que tiene ahora la Iglesia y, por supuesto, al de los protestantes que prácticamnete eliminan los sacramentos.
     Sin embargo, su concepto de iglesia colegial, jerárquica, sacerdotal y episcopal, sintoniza con la Iglesia católica y difiere de los protestantes que, a pesar de ello, lo reverencian.
     Complicó enormemente muchas teorías de la filosafía neoplatónica ya de por si muy complicada (el “Logos”, el “Ir y el Devenir”, y todas esas cosas), al convertirlas en el misterio de la Santa Trinidad, que el mismo reconocía no entender. También el concepto de la “Gracia” que, al contrario de lo que decian los ascetas paganos,  según San agustín, solo se puede conseguir por la Fe en el merito del Martirio en la cruz de la segunda identidad de la Deidad  que él  personaliza en Jesucristo. 
     Defendió más cosas contradictorias, como que Jesús vino a salvar a todos los hombres pero no podría hacerlo con los que no creyeran por culpa del pecado original que, sin embargo y paradógicamente, se limpiaba con el simple bautismo y dejo habierto el problema de la salvación por las buenas obras que muchos protestantes no aceptan; de esta manera dejaba contentos a casi todos menos a los arrianos, que no creían en la divinidad de Jesús y a los pelagianos, que no creían en el pecado original (ya de entrada), porque no se tenía porque heredar las taras de los antepasados.
     Intentó ser racionalista pero cuando no entendía un dogma suyo acudía a la Fe, que por otra parte es lo que hacemos todos.
     Otra de sus aportaciones fue su contribución involuntaria al desarrollo del puritanismo sexual. Los primitivos cristianos, los más militantes y activos, fueron contrarios a la permisibilidad sexual, aunque no faltaron iglesias locales que lo fueran. Hay que entender aquellos tiempos en donde la mayoría de la población era esclava; estos no tenían dominio de su persona, no podían ejercer la libertad sexual en condiciones, más bien eran violados y vejados sexualmente. Es como, si en esta época, le hablan de libertades civiles a quienes pasan hambre, penuria y explotación.
     El cristianismo aportó a la historia y a aquella sociedad algo que no existía y que ahora nos parece una minucia: la compasión y la misericordia (lo que llamaban obras de misericordia). El que todo el mundo, sobre todo los cristianos, tuvieran derecho  al descanso y a santificar las fiestas un día a la semana y fiestas de guardar; que pudieran crear una familia (cosa que antes no podían hacer los esclavos), que se crearan redes de asistencia en las iglesias, etc. era, en aquellos tiempos, una revolución; suponía prácticamente dejar de ser esclavos, aunque se convirtieran en siervos, una figura menos brutal que la anterior.
     Dice la leyenda que San Agustín fue un libertino sexual y con tal complejo de culpa que combatió ferozmente contra el demonio interior. Cuando la iglesia toco poder, el puritanismo sexual a sido durante siglos una poderosa arma de control del clero sobre su rebaño. Pero esta es otra historia y no creo que fuera intención de San Agustín. Todo se torció con la llegada de la crisis y los Bárbaros del Norte.
¡¡ VIVA SAN AGUSTIN!! 

Si quieres saber más pincha aquí:    Agustín de Hipona

Gozos de san Agustín, picar aquí...


¡Tocó, premio!

No hay comentarios:

Publicar un comentario