Fundador en
1908 y a la vez líder del Partido Republicano Radical (PRR), fue un político
controvertido, prototipo de ideólogo populista, demagogo, anticlerical,
obrerista y anti catalanista (todo junto), ni de derechas ni de izquierdas sino
todo lo contrario. Tambien prototipo, antes de la Guerra, de político corrupto.
Especialmente
conocida su retórica demagógica. Por ejemplo, aquel infame discurso
anticlerical y machista llamando a matar curas, quemar iglesias y violar a las
monjas que decía, entre otras cosas: “Levantemos los velos de las novicias y
hagámosla madres”. Su discurso obrerista era radicalmente opuesto a la CNT
y el sindicalismo de clase, pues don Alejandro era todo menos socialista o
anarquista aunque lo pareciera para una clase obrera muy explotada y casi analfabeta; pero, con su oratoria grandilocuente, seducía a las masas obreras,
aunque muy corporativo y demagógico; también enfrentaba a los obreros, sobre
todo de la emigración en Cataluña, con la pequeña burguesía catalana, cada vez
más nacionalista.
De su
radicalismo obrerista e inconsecuente republicanismo, pasaría a “traicionar”
al Frente Popular, aliarse con la CEDA y entrar en el gobierno derechista en
1933. Cuando el golpe de estado de Franco huyó por si acaso y que por despiste de
los sublevados lo fueran a fusilar o lo movilizaran. Y desde el extranjero apoyó al Movimiento Nacional de Franco. Murió con la extremaunción después de haber querido matar a
todo el clero, no fuera a ser que san Pedro no le dejara entrar en el cielo.
Antes había
fracasado con su partido (la mayoría se les habían ido a otros partidos
republicanos del Frente Popular), por su implicación en el estraperlo y otras
corruptelas que le dieron mala fama.
Tradicionalmente
se ha venido en denominar “lerrouxismo” al movimiento social y político
creado en torno a su figura. Una cultura sociopolítica con arraigo en la
sociedad española que sigue estando presente, como no podía ser de otra manera,
en partidos de derecha y de izquierda (aunque esta opinión es mía y a lo mejor
es exagerada),
Madrid, 27-7-1949. Entierro de don Alejandro Lerroux
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