De todas
maneras, todos opinamos de todo ¿Por qué no voy yo a opinar de lo que no se, ni
estoy formado ni “sabo na de na”? Para resolver ese problema voy a la
propia INTELIGENCIA ARTIFICIAL, es decir, al ordenador y a la Wikipedia o
múltiples informadores doctos que pululan por ahí.
La inteligencia artificial (IA), como su propio nombre
indica, es la inteligencia que se desarrolla a través de ordenadores y que
intenta replicar las funciones cognitivas de los seres humanos.
Este tipo de inteligencia sintetiza y automatiza
tareas, y permite que las máquinas y los equipos informáticos aprendan y
realicen tareas similares a las humanas. Por este motivo, la inteligencia
artificial ha cobrado relevancia en muchos sectores y ámbitos.
Cabe matizar que, de momento, no existen leyes que
regulen la inteligencia artificial, aunque la Comisión Europea presentó una
propuesta para la regulación armonizada de esta materia en abril de 2021.
Autoconciencia
La inteligencia
artificial en su expresión más extrema (pero que tiene cada vez más adeptos), pretende
convencernos de que las máquinas podrían llegar a tener autoconciencia de sí
mismas, es decir, superarían al propio reino animal y llegarían a igualarse con
los humanos que como nos dice el Génesis de la Biblia consiguieron la
autoconciencia y se separaron del reino animal por culpa de los demonios y de una hembra, seguramente, de una especie animal muy evolucionada, Eva, que cayó en la tentación de querer tener intelecto al que le llamaron el árbol
de la vida del bien y del mal. Todavía no se lo ha perdonado Dios a los
demonios (por que no estaba en el programa), y a Eva, por supuesto; Adán ya sabemos que era un calzonazo.
Esto es lo que
dicen las antiguas escrituras, pero ¿Qué dice la filosofía clásica pagana? en
la que también creo, pues, aunque materialista de izquierdas soy también adepto a la filosofía ecléctica e idealista, y escéptico. Pues dice que:
Las máquinas
pertenecen al submundo vegetal, o es un subproducto nuevo, en formación, del proto
reino vegetal; mucho menos evolucionado que los vegetales propiamente dichos u
otros reinos de la naturaleza como los hongos, los protozoos y demás (en mis
tiempos solo había tres reinos de la naturaleza: mineral, vegetal y animal;
ahora se clasifican seis o siete y aún hay que quieren poner a los robots que
estarían a medio camino entre los minerales y los vegetales.
Los vegetales que
tienen vida vegetativa como su nombre indica, tienen capacidad de tomar
decisiones para su conservación adaptación, etc. y ahora se consideran que
tienen sensibilidad, aunque son inferiores al reino animal que ya tiene entre
sus atributos, el andar y los cinco sentidos, además de tener emociones,
fantasías y casi imaginación, sobre todo los más evolucionados. Bien es verdad
que cuando se estudiaba la biblia y las filosofías clásicas no existían las
nuevas tecnologías ni se les esperaban y según Aristóteles solo había dos
reinos vivos de la naturaleza: vegetal y animal, otros filósofos consideran a
los humanos un reino específico separado por evolución del animal. Y la Biblia,
sutilmente y de manera soterrada así lo afirma. Ahora algunas corrientes
ideológicas (los animalistas por ejemplo), consideran que el que los humanos
nos consideremos superiores a los animales y otros reinos de la naturaleza es pretencioso y antropocentrista. Vamos, que entre nuestra especie y la mosca cojonera tenemos que tener buenas relaciones. Algunas sectas budistas e hinduistas hace siglos que practican esta filosofía; no es nueva.
Dicen que las
máquinas se podrían sublevar contra los humanos que los explotan; supongamos
que los robots de la industria automovilística se declararan en huelga y dejaran
de trabajar, y no quisieran hacer ni los servicios mínimos, y se fueran por la
tarde a manifestarse en la plaza de la ciudad en la que está la industria ¡Vaya
faena! Entonces llamarían a los humanos que estarían cobrando el paro o el
ingreso mínimo vital debido a su sustitución por los robots para que hicieran
de esquiroles. Menudo conflicto. Los humanos con varias generaciones sin currar
ni formarse (ni ganas tampoco), no sabrían solventar la faena y la chapuza sería
monumental.
Sin embargo,
yo creo que los robots tardarán millones de años en conseguir la
autoconciencia, mientras tanto actuarán como unas marionetas movidas por la
mente de los humanos que tengan el dominio de las máquinas, que serán unos
pocos privilegiados, muchas veces malísimos, o de los simios y animales
domésticos como los perros serviles y los gatos que habrán llegado por evolución mental,
dentro de unos miles de años, a la etapa humana. Los humanos de ahora estaremos
en el cielo como ángeles disfrutando del paraíso, menos los que hayan ido al
infierno por malos rabiando con sus maldades, parece que por toda la eternidad,
que me parece una barbaridad por mucho mal que hayan hecho; yo creo que estarán
con la pena permanente revisable que es mayor que la de los que vayamos al
purgatorio que entraremos por una puerta y saldremos por otra enseguida.
De todas
maneras, no preocuparse, cuando las máquinas tengan inteligencia, que será
natural porque lo artificial no existe, pues lo artificial es solo una
categoría de lo natural; los humanos (y las humanas, por supuesto), ya no
estaremos aquí en este mundo. Estaremos, como digo, en “el Mas allá”
que no sé cómo será pues nos han dado pocos datos sobre el infierno, el Limbo,
el Purgatorio y el Cielo y poco podemos decir.
Mientras aquí
en la Tierra, los robots serán la especie dominante como ahora lo somos los
humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario