viernes, 1 de julio de 2022

Artículo. La inflación del 10,2% noquea a los pensionistas, que son un 6% más pobres que hace un año.

 

La luz se ha encarecido en el último año más de un 30% incluyendo las rebajas impositivas aplicadas a la factura de la electricidad. Los alimentos y bebidas no alcohólicas son un 11% más caros que en mayo de 2021, con fuertes alzas del coste del pan y cereales, leche, queso, huevos o carne, según los datos del INE correspondientes a mayo. El transporte acumulaba el mes pasado un aumento anual del 14,9%, por el alza de los precios de los carburantes y lubricantes.

Y, mientras tanto, las pensiones contributivas, de las que viven en su gran mayoría casi 10 millones de personas, se han revalorizado este año un 4,1% de media (sumando el 2,5% de subida que les aplicaron en función del IPC medio anual, más el 1,6% que les abonaron por desviación de la inflación de 2021), mientras que el alza de los precios de consumo no parece tener fin. Más grave aún es el caso de las pensiones no contributivas y mínimas, que han experimentado una revalorización del 3% general, más el 1,6% de desvío (un 4,6% en total hasta junio), y a las cuales la inflación está golpeando todavía más, por la ínfima cuantía de estas pagas. Con el 10,2% de inflación anual en junio, los precios de la cesta de la compra han subido mucho más del doble de lo que lo han hecho las pensiones en 2022, y se constata un empobrecimiento generalizado de más del 6% para los casi 10 millones de pensionistas.

Las organizaciones de pensionistas y personas mayores dan la voz de alarma ante la enorme dificultad de los hogares de los jubilados por el encarecimiento inusitado de los precios de la cesta de la compra y la energía. Les preocupa, sobre todo, el panorama desolador de los 1,5 millones de pensionistas que viven en situación de extrema pobreza, muchos de los cuales cobran pensiones no contributivas (existen unas 400.000 personas que reciben de media 421 euros mensuales). Son "personas en situación de vulnerabilidad social y económica, muchas de ellas mujeres de edad o con invalidez permanente para el trabajo, que no tienen cubierta la carrera profesional de Seguridad Social para generar una pensión contributiva", tal como resaltaba recientemente la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) al valorar la subida del 15% para este tipo de prestaciones, que se ha aprobado en la prórroga del Real decreto-ley de respuesta a las consecuencias de la guerra de Ucrania.

También sufren en mayor medida el golpe de la inflación numerosos pensionistas contributivos que perciben de bajas rentas, especialmente quienes cobran por viudedad, ya que el importe medio de estas pagas ronda los 780 euros mensuales.

Se ha formado una tormenta perfecta entre la subida del petróleo, del gas, de la electricidad y de los alimentos, todo ello espoleado por la guerra de Rusia contra Ucrania, y eso ha propiciado que existan "empresas y personas que se están aprovechando para subir los precios más de la cuenta, con lo que están afectando mucho al IPC".

La preocupante evolución de los precios resta impacto real a medidas como la próxima subida del 15% de las pensiones no contributivas.

El precio medio de la gasolina y del gasóleo en España registra récords históricos, consolidándose por encima de los dos euros por litro. Además, en ambos casos se ha comido ya la totalidad de la subvención de 20 céntimos por litro que entró en vigor el pasado 1 de abril y que el Gobierno acaba de extender hasta el 31 de diciembre en el paquete de medidas recién aprobadas.

En concreto, el precio medio del litro de gasolina se sitúa en la cuarta semana de junio en 2,141 euros incluyendo los impuestos, pero sin el descuento que entró en vigor el 1 de abril de 20 céntimos por litro; contando con esa subvención, el litro sería ya casi 12 céntimos más caro que en la última semana de marzo (1,818 euros) y habría absorbido totalmente la ayuda. En el caso del diésel, el precio medio del litro supera el listón de los dos euros (2,076 euros).

Con respecto a hace un año, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido un 55,82%, mientras que en el caso del gasóleo es un 67,68% más caro, aunque sin tener en cuenta la bonificación vigente actualmente. Desde la invasión de Ucrania por Rusia a finales del pasado febrero, los precios de ambos combustibles se han disparado más de un 30%.

3 comentarios:

  1. Lis pensionistas y los trabajadores

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  2. Y que hacen los come gambas?

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    1. Lamentablemente los come gambas no necesitan la cuota sindical yo a una de Un pueblo vecino que jodo de no ser nada a ser come gambas con perigree

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