La luz se ha encarecido en el último año más de un 30% incluyendo las rebajas impositivas aplicadas a la factura de la electricidad. Los alimentos y bebidas no alcohólicas son un 11% más caros que en mayo de 2021, con fuertes alzas del coste del pan y cereales, leche, queso, huevos o carne, según los datos del INE correspondientes a mayo. El transporte acumulaba el mes pasado un aumento anual del 14,9%, por el alza de los precios de los carburantes y lubricantes.
Y, mientras tanto, las pensiones
contributivas, de las que viven en su gran mayoría casi 10 millones de
personas, se han revalorizado este año un 4,1% de media (sumando el 2,5% de
subida que les aplicaron en función del IPC medio anual, más el 1,6% que les
abonaron por desviación de la inflación de 2021), mientras que el alza de los
precios de consumo no parece tener fin. Más grave aún es el caso de las
pensiones no contributivas y mínimas, que han experimentado una revalorización
del 3% general, más el 1,6% de desvío (un 4,6% en total hasta junio), y a las
cuales la inflación está golpeando todavía más, por la ínfima cuantía de estas
pagas. Con el 10,2% de inflación anual en junio, los precios de la cesta de la
compra han subido mucho más del doble de lo que lo han hecho las pensiones en
2022, y se constata un empobrecimiento generalizado de más del 6% para los casi
10 millones de pensionistas.
Las organizaciones de pensionistas
y personas mayores dan la voz de alarma ante la enorme dificultad de los
hogares de los jubilados por el encarecimiento inusitado de los precios de la
cesta de la compra y la energía. Les preocupa, sobre todo, el panorama
desolador de los 1,5 millones de pensionistas que viven en situación de extrema
pobreza, muchos de los cuales cobran pensiones no contributivas (existen unas
400.000 personas que reciben de media 421 euros mensuales). Son "personas
en situación de vulnerabilidad social y económica, muchas de ellas mujeres de
edad o con invalidez permanente para el trabajo, que no tienen cubierta la
carrera profesional de Seguridad Social para generar una pensión contributiva",
tal como resaltaba recientemente la Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP)
al valorar la subida del 15% para este tipo de prestaciones, que se ha aprobado
en la prórroga del Real decreto-ley de respuesta a las consecuencias de la
guerra de Ucrania.
También sufren en mayor medida el golpe de la inflación numerosos pensionistas contributivos que perciben de bajas rentas, especialmente quienes cobran por viudedad, ya que el importe medio de estas pagas ronda los 780 euros mensuales.
Se ha formado una tormenta perfecta
entre la subida del petróleo, del gas, de la electricidad y de los alimentos,
todo ello espoleado por la guerra de Rusia contra Ucrania, y eso ha propiciado
que existan "empresas y personas que se están aprovechando para subir los
precios más de la cuenta, con lo que están afectando mucho al IPC".
La preocupante evolución de los
precios resta impacto real a medidas como la próxima subida del 15% de las
pensiones no contributivas.
El precio medio de la gasolina y
del gasóleo en España registra récords históricos, consolidándose por encima de
los dos euros por litro. Además, en ambos casos se ha comido ya la totalidad de
la subvención de 20 céntimos por litro que entró en vigor el pasado 1 de abril
y que el Gobierno acaba de extender hasta el 31 de diciembre en el paquete de
medidas recién aprobadas.
En concreto, el precio medio del
litro de gasolina se sitúa en la cuarta semana de junio en 2,141 euros
incluyendo los impuestos, pero sin el descuento que entró en vigor el 1 de
abril de 20 céntimos por litro; contando con esa subvención, el litro sería ya
casi 12 céntimos más caro que en la última semana de marzo (1,818 euros) y
habría absorbido totalmente la ayuda. En el caso del diésel, el precio medio
del litro supera el listón de los dos euros (2,076 euros).
Con respecto a hace un año, el
precio medio del litro de gasolina se ha encarecido un 55,82%, mientras que en
el caso del gasóleo es un 67,68% más caro, aunque sin tener en cuenta la
bonificación vigente actualmente. Desde la invasión de Ucrania por Rusia a
finales del pasado febrero, los precios de ambos combustibles se han disparado
más de un 30%.
Lis pensionistas y los trabajadores
ResponderEliminarY que hacen los come gambas?
ResponderEliminarLamentablemente los come gambas no necesitan la cuota sindical yo a una de Un pueblo vecino que jodo de no ser nada a ser come gambas con perigree
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