Andorra y toda su comarca observan atónitas cómo el Gobierno central se plantea la reapertura de la central térmica de As Pontes y ya ha pedido un informe a Red Eléctrica para conocer su viabilidad. Todo ello en plena crisis energética con los precios disparados y con Alemania autorizando que sus centrales de carbón, la mayoría ya cerradas, vuelvan a funcionar para prepararse ante un invierno que se espera complicado.
Mientras tanto Andorra ha visto en
apenas dos años cómo se cerraba su central primero y cómo se derruía después-
el pasado mes de mayo- sin una alternativa de empleo real en estos momentos y
en plena crisis energética mundial. Los únicos trabajos que se han creado son
en el desmantelamiento de la Central y en el parque solar de Endesa y es ahora
cuando se comienzan a anunciar proyectos como la planta de Oxaquim, que
comenzará su actividad en 2023; y la empresa de arcillas Vesco. El plan de
transición justa anunciado hace tres años aún no se ha presentado y el concurso
del nudo Mudéjar se adjudicará después del verano.
La posible reapertura de As Pontes
ha crispado más los nervios en la zona, donde califican la noticia de «tomadura
de pelo». Todos coinciden en que el desmantelamiento y derribo de la térmica se
hizo demasiado rápido y en base a unos preceptos que no se están cumpliendo.
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