miércoles, 12 de enero de 2022

Comentario. Sobre la ganadería intensiva o extensiva.

 

Creo que deberíamos profundizar y no hablar en bloque de la ganadería sino diferenciar entre los rumiantes – que asimilan mejor los forrajes que el pienso – y los monogástricos (porcino, aves, conejos, pavos, etc.) a los que les pasa lo contrario y no se puede pensar en criarlos en extensivo.

Tampoco deberíamos caer en la tentación de poner etiquetas: La ganadería extensiva también contamina y, en la intensiva, hay que tener en cuenta de dónde vienen los piensos y forrajes. No es lo mismo que se produzcan en el entorno de la granja que en Sudamérica. Y, por supuesto, a donde van los residuos ganaderos. Estos, según se manejen, pueden ser una bendición”, y mejorar la materia orgánica y la vida del suelo, o una “maldición” para el medioambiente, contaminando acuíferos y cauces. Y este es uno de los problemas (hay más) de las macro granjas la casi imposibilidad de gestionar bien sus residuos ganaderos.

Y, como en otros sectores, hay que hablar de los escenarios para una transición justa para las pequeñas y medianas explotaciones familiares que se han visto embarcadas en inversiones de granjas como forma de sacar un salario con el que sobrevivir.

Tambien hay que preguntarse por qué existe la ganadería intensiva. Si queremos alimentar de forma adecuada a los miles de millones de personas que pueblan el planeta e, incluso, a las clases medias-baja y bajas de los países desarrollados, tiene que ser así. Los ciclos de la extensiva son muy largos y necesita grandes cantidades de espacio.

Y de las intensivas muchas en porcino donde se ha creado, con el beneplácito de los últimos Gobiernos de Aragón, una cadena insostenible: importar piensos de Sudamérica, criar los cerdos aquí (mediante el sistema de integración con el que la inversión fija (granja) la pone el agricultor endeudándose) y exportarlos a China, aprovechando que tenían la peste porcina africana. China está reponiéndose de la enfermedad. De hecho, la producción porcina de China ha crecido un 32 % el 2021 las importaciones han caído un 10%. El sector avícola también está en crisis.

Por eso no nos extrañe que parte de los ganaderos se pongan nerviosos cuando oyen hablar de reducir el consumo de carne sin tenerlos en cuenta y variando su estrategia ganadera según le sople el viento a una administración central o automática.

1 comentario:

  1. La carne para los ricos. Ya mataremos un pollo para la fiesta mayor.

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