domingo, 9 de enero de 2022

Artículo. Lo difícil de contentar a todo el mundo.

 En un pueblo protestando contra las macrogranjas.

En noviembre de 2018 la Comisión o gobierno de la Unión Europea inició un procedimiento de infracción contra España por incumplimiento de la Directiva sobre nitratos debido a la protección insuficiente de sus aguas frente a la contaminación producida por estos en la agricultura. La comunidad autónoma de Castilla y León, afectada por este procedimiento, incumple el límite de concentración de nitratos en el agua potable de 50 mg/l (el 31,3 % de los pueblos en esta comunidad supera este límite). A pesar de esta situación crítica, las autoridades autonómicas han autorizado la instalación de catorce proyectos de macro granjas porcinas en un radio de tan solo 20 km. Esto quiere decir que, con un mínimo de 7.000 cabezas de ganado por explotación, podría alcanzarse una concentración de más de 100.000 animales.

Por este motivo los eurodiputados del PSOE lanzaron estas preguntas a la Comisión en la Eurocámara:

1. ¿No cree la Comisión que debería investigar el caso de las macro granjas en un territorio como este, afectado por incumplimientos de la legislación europea?

2. ¿Qué está haciendo la Comisión para vigilar más de cerca el desarrollo de proyectos de agricultura y ganadería intensiva claramente contrarios a las ambiciones del Pacto Verde Europeo?"

La primera reprimenda de la Comisión se remonta a 2018, pero tres años después las medidas adoptadas por España, según la Comisión, son "insatisfactorias e insuficientes", especialmente en las regiones de Castilla y León, Extremadura, Galicia, Baleares, Canarias, Madrid y Comunidad Valenciana. Parte de este problema tiene su epicentro en las macro granjas, que en cuatro años han duplicado la contaminación del agua por este compuesto químico en España. En el conjunto de la UE, el 81% de las aportaciones de nutrientes a los sistemas acuáticos están provocados por la ganadería, puesto que los nitratos contaminan el suelo con los fertilizantes o los excrementos animales. Su reducción es clave en la lucha contra el cambio climático.

Esta es la posición de la Comisión de la Unión Europea. Es muy probable que España sea multada por estos incumplimientos.

En muchos pueblos de España les tienen que traer el agua en cisternas por que la tienen contaminada. Su población dice “granjas sí, pero cumpliendo los estándares de la Unión Europea”. Que conste que yo considero inevitable la existencia de granjas de ganadería no extensiva. De hecho, la mayoría de los cerdos en España son de cebo desde hace décadas, es decir; no salen a pastar, esto solo lo hacen los ibéricos de bellota que son los menos entre los ibéricos.

La ganadería ovina y cabría, al contrario que la del Reino Unido o Australia, que es extensiva total; en España es semi estabulada. Y no es peor, porque se alimenta de buenos piensos. La carne solo por procedimientos de ganadería ecológica sería carísima y llegaría a muy poca gente. Llegaría a la clase media alta y los ricos. Comemos todos pollo, cerdo, pavo o conejo a diario gracias a las granjas y estamos más sanos que nuestros padres y abuelos que comían esto solo “de Pascuas a Ramos”. En esto hay mucho romanticismo y algo de pijoterismo urbanita. Creo, sin embargo, que el debate está salido de madre porque la ganadería industrial está salida de madre, muy de madre, y en el ojo de la Unión Europea, de eso trata la entrevista al ministro Garzón que va en la línea del mismo PSOE, de la UAGA o la UPA de UGT, aunque estos protesten también ahora, por oportunismo populista, contra del ministro y en contra de sus propias resoluciones programáticas. El sindicato de labradores de la UGT hace unos meses instó al gobierno a defender la ganadería familiar y regulara más la ganadería industrial, especialmente la de las multinacionales, así como el problema de la contaminación por purines.

El PSOE y el PP, están asustados, muy asustados; temen que VOX que ridiculiza cualquier medida de medio ambiente gane en votos en las provincias de la “España vacía”. O “Teruel Existe”, que al contrario que VOX no se “moja en este tema y ni en de los aerogeneradores, ni con la instalación de placas solares o de empresas contaminantes como ocurrió en Albalate; parece decir que “ojos que no ven, corazón que no siente” a ver si le votan diciendo solo que hay que hacer autopistas, carreteras y que pongan trenes. Pero no es un tema baladí; hay intereses confrontados en todo esto; en un pueblo que apuesta por la agricultura de calidad no les viene nada bien que les pongan una empresa hipotéticamente contaminante, o en uno que apuesta por el turismo, no le viene bien que le pongan aerogeneradores en sus paisajes por que le matan el turismo. En Samper que es un erial y la agricultura está abandonada o no es ya rentable, cualquier solución es bienvenida.

Vuelvo a decir; hay muchos intereses confrontados en los propios pueblos de la “España vacía” y sus provincias, algunos son meramente ideológicos; van a aumentar en el futuro. Por eso sería mejor que huyéramos del sectarismo y afrontáramos el debate serenamente y sin dogmatismos o perjuicios establecidos. Aunque me temo que eso va a ser muy difícil.

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