A pesar de ser un gobierno de supercoalición con IU, Podemos y facciones confluyentes, y las diferentes familias del PSOE (a veces poco avenidas entre sí), en dos años el Gobierno de Pedro Sánchez ha conseguido que 47 leyes fueran aprobadas por el legislativo. 14 de ellas son orgánicas. La nueva Ley de Educación, la regulación de la eutanasia, la del Ingreso Mínimo Vital, la protección de la infancia frente a la violencia, la transición energética y el cambio climático... Los ERTES y otras medidas eran impensables en otras coyunturas políticas y sociales. Y, además, el 28 de diciembre se aprobaron los presupuestos generales del Estado con una amplia mayoría absoluta. Muchas de estas leyes tienen que ver con hacer frente a la pandemia tanto en su vertiente sanitaria como en la económica y laboral. Eran necesarias para tener ayuda de Europa.
Estamos secuestrados por Europa, la
deuda es injusta, como la que tienen los países subdesarrollados, pero ahí
están, sirven a modo de chantaje y minan nuestra soberanía, aunque gran parte
de la deuda es, también, producto del derroche de administraciones anteriores y
de salida ilegal de capitales.
Los negros nubarrones auguraban que
este gobierno no aguantaría la legislatura; de momento aguanta. Disminuye el
desempleo, se acuerda con los agentes sociales el tema de las pensiones que no
elimina todos los recortes que se han hecho en anteriores reformas pero quita el
vergonzoso 0,25 de subida; En Europa la figura de Sánchez ha aumentado de
prestigio y el gobierno también.
No todo el mundo está de acuerdo
con este gobierno en España, pero ya no se le dice a Sánchez "okupa"
de la Moncloa, asesino y criminal, aunque se le acuse desde la derecha de
aliarse con rojos y separatistas. Desde los rojos y separatistas no faltan
quien le acusen de tibio, hipócrita y mediopensionista, pero no se atreven a
romper con él porque la alternativa sería VOX o un PP que está secuestrado por
este.
Sin embargo, lo que queda de
legislatura va a seguir siendo terrorífico; estamos en campaña electoral
continua. Veremos si se aprueba la mini reforma laboral; lo tiene crudo
el gobierno porque tanto desde VOX y el PP, como por parte de los
independentistas vascos y catalanes, están por el no, y el gobierno tiene
acordado con la patronal, los sindicatos y la Unión Europea el no mover ni una
coma. Si consigue que se apruebe terminará la legislatura y a poco que mejore
la situación Sánchez podría ser otra vez presidente del gobierno, con o sin
Unidas Podemos. Si no se aprueba, habrá elecciones y puede que las pierda; por
eso la derecha no quiere que se apruebe la reforma laboral, no porque está en
desacuerdo con ella. La política es así de perversa; real como la vida misma.
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