miércoles, 5 de enero de 2022

Charrada. Muere un paciente de COVID tras recibir el tratamiento de ozonoterapia que había exigido.

 "La ozonoterapia no está aprobada ni por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ni por la Americana (FDA)". De hecho, expone Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), "en Estados Unidos está prohibido su uso y la venta de máquinas de ozonoterapia".

El ozono no cura el COVID, aunque lo diga un juez ¡Haga caso a su médico que es el que sabe!

Y si no lo sabe es porque la medicina no ha descubierto todavía el remedio. Estamos viendo como un poder del Estado invade las competencias de otros poderes del Estado y también de disciplinas como la medicina o la autoridad sanitaria que, aunque no es un poder del Estado, si es una autoridad en el ejercicio de sus competencias, que no solo son del Estado, sino que están convalidadas por la ONS y las instituciones de salud pública internacionales con las que hemos establecido acuerdos.

Por ejemplo: si queremos que nos pongan antibióticos de manera abusiva o para solucionar males en los cuales los antibióticos no tienen capacidad para curarlos, pero nos limitan nuestras defensas (aunque parezca mentira muchas personas exigen a su médico que les receten antibióticos para todo), podrán ir a un juez a reclamar alegando que su médico le restringe su libertad y su derecho a que médico le recete lo que él paciente cree más conveniente.

El concepto de libertad, por el que tanto hemos clamado muchos, se ha pervertido, pues hay derechos en que es lícito reclamar nuestra libertad y otros que no lo son o no deberían ser; como el que un alumno le diga al profesor como le tiene que enseñar, porque si no es así, el maestro reprime la libertad del aprendiz ¿Dónde se ha visto que un aprendiz enseñe a su maestro? Eso solo lo hacia el joven Jesús como se ve en los evangelios, que enseñaba a los sacerdotes y quedaban admirados; pero era Jesús, que era la segunda persona del la Santísima Trinidad y hasta le vinieron a adorar los magos de oriente que eran los que más estaban al día en ciencia y todas las cuestiones.

Como los Reyes Magos, queremos ser expertos de todas las materias, y maestros de todas las disciplinas. Con la pandemia todo el mundo tiene su propia opinión y es capaz de debatir y desprestigiar el conocimiento científico del virólogo más experto y prestigioso. Cualquiera de cualquier canal de TV emite su opinión con el asentimiento de otras personas tan inexpertas e imprudentes como él, o discrepar radicalmente entre ellos; podemos tener teorías diferentes sobre un asunto pero quienes tienen la verdad no pueden discrepar radicalmente entre ellos porque alguno estará equivocado, o todos, y es un lio; así estamos que no nos aclaramos, y hay gente que va al médico para que le recete lo que el quiere o lo que le ha dicho su vecina.

Esto de tener tantas opiniones que son todas verdaderas, como toda moda, crean tendencia y se expanden por las redes. Todo el mundo sabemos de todo. Antes pasaba solo con el futbol, la religión o la política, pero estas son disciplinas vulgares o filosóficas en las que no hay doctores capaces de tener certezas; todo es subjetivo o, en el peor de los casos, dogmas ¿Pero, en la ciencia? Parece que también. Y me callo ya, porque yo tampoco se debatir o criticar una opinión si no es pontificando. Y lo peor; no soy ni puedo ser pedante porque no tengo formación académica, pero soy "enteradillo" que es una manera mediocre y ruin de ser pedante.

Sin duda, todos estos defectos modernos, son producto de nuestra formación en la cultura judeocristiana con sus derivaciones fascistas, anarco-liberales, masónicas y comunistas-bolivarianas. Digo yo, aunque no estoy totalmente seguro. A lo mejor el ozono nos libra del COVID y estoy diciendo una chorrada.



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