EDMUNDO FAYANAS ESCUER
Profesor y licenciado en
Historia
El rey Jaime I habiendo
conquistado Mallorca para los reinos cristianos, cedió la administración a los
señores feudales y barones aragoneses, que heredaron los nuevos territorios
comenzaron a hacer uso de la esclavitud.
Era una forma de hacer frente al hecho de haber evitado hacer prisioneros de guerra, unido a la sumisión por parte de los musulmanes vencidos, por lo que inicialmente se trató de un tipo de esclavitud basada en la expansión y colonización, y no en la captura y el comercio de esclavos tradicional.
La monarquía Hispánica
Comenzaron a llegar a los
puertos de la Baja Andalucía barcos cargados de esclavos desde mediados del
siglo XIV, principalmente con dos procedencias:
a) Aborígenes de las islas
Canarias, a medida que iban siendo conquistadas por Castilla.
b) Africanos de piel negra
capturados o comprados por los portugueses en Guinea. La mayor demanda de
esclavos era para el trabajo doméstico, por lo que dos de cada tres esclavos
eran mujeres.
La esclavitud fue un fenómeno
frecuente en la España Moderna, si bien limitado en su extensión geográfica,
pues sólo en el sur, en la Corte y en algún otro punto aislado como Valencia
llegó a tener una gran importancia.
La inmensa mayoría de los
esclavos eran negros africanos y musulmanes del norte de África, pero también
abundaban los mudéjares y moriscos esclavizados, como consecuencia de la guerra
de Granada y de las diversas rebeliones moriscas del siglo XVI, especialmente
la de las Alpujarras.
Estos últimos se incrementaron
cuando un número indeterminado de ellos se entregaron voluntariamente como
esclavos para evitar la expulsión decretada por Felipe III en el año 1609.
Muchos esclavos gozaban de
libertad de movimientos, porque los dueños se desentendían de su custodia y de
su manutención, por lo que trabajaban como asalariados libres, de cuyos
ingresos el amo recibía una parte. Así fue, como algunos de ellos lograron
pagarse la manumisión, convirtiéndose entonces en libertos, que recibían el
nombre de moros cortados.
Estos constituían un grupo
social muy pobre, inquieto y mal vigilado, de lo que más de una vez protestaron
las Cortes. El procurador de la ciudad de Granada en las Cortes de Castilla
reunidas en el año 1626, pronuncio las siguientes palabras:
“Dijo que eran muy grandes los
inconvenientes de permitirse en Andalucía tanto número de moros y moras, y de
ellos bautizados, que todos eran cortados, y pagan jornales los cuales sirven
los oficios menores de la república, pasan el trigo, vino, sillas de mano,
traen la palanca o sea, que eran palanquines, o mozos de cordel y venden muchas
menudencias, que todo es de poco trabajo y mucho aprovechamiento y ninguno
acude a las labores del campo ni cría de ganados, para lo cual hay notable
falta de gente, y esto les es de gran ganancia que en dos años que libre el que
ha costado 200 ducados y dejan un resto a fin de no ser expelidos como manda la
ley”.
Los moros cortados siguieron
viviendo en Andalucía hasta su expulsión al norte de África, decretada por
Felipe V, en el año 1712.
Desde el siglo XVII, la importación
de esclavos a Andalucía se volvió escasa y predominó la esclavitud de vientre,
es decir, hijos de esclavas que eran esclavos desde el nacimiento por serlo sus
madres.
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