Lambán pide unidad y que el humo les vaya a los catalanes |
“A la fuente voy y vengo/ y el agua no la aminoro/ que la voy restituyendo/ con las lágrimas que lloro”. Así
parece, como en la copla, el ir y venir de los políticos y “agentes sociales”
con lo de la térmica de Andorra. Todos buscando soluciones a su cierre y
clamando porque esta empresa sea la que de las soluciones, ¿pero, la empresa “ande andará”? ¡En Italia! -dicen- ¿Sus
propietarios donde estarán, quiénes son? ¿qué responsabilidades tienen? ¿Qué
obligaciones le obliga por contrato? Creo que ninguna. Endesa es una empresa
privada de capital multinacional, que opera en el mercado libre, o ese que dicen que
es libre. ¿Nos estamos enterando ahora? no, hace años que se decidió que Endesa
dejara de ser una empresa estatal y su actividad no fuera ya considerada como de
naturaleza “estratégica” para la
economía nacional.
Por
otra parte, tanto las autoridades comunitarias como el pensamiento
políticamente correcto sobre el carbón nos dicen que eso no tiene continuidad y
hoy las ayudas y subvenciones a empresas productoras de energía tienen otro
recorrido. Endesa (o sea, sus dueños actuales), están invirtiendo en otro tipo
de producción, por ejemplo, en renovables que son a las que se le dan las
perricas de las subvenciones ahora, si, también a las que operan en el supuesto
mercado libre, porque si no, los accionistas no invierten en empresas con riesgos
(que yo no soy tonto, pero si liberal).
Hace
años; acongojados por el pensamiento neoliberal emergente en los países
capitalistas democráticos, y por las grandes” mordidas” que recibieron algunos políticos y gerentes, se privatizaron las
empresas del Estado porque con eso se abarataría la energía, o sea, que la
empresa privada compró empresas deficitarias para vender el producto más
barato. Y la gente tragó, como traga con tantas cosas. Hoy el capital de estas
empresas es cada vez más extranjero. Cuando oigo que le piden a Endesa que haga
algo me dan pena los políticos actuales de Aragón y de las comarcas del Bajo
Aragón que ninguna culpa tienen, y si muy buena voluntad por hacer qué no
culmine la tragedia de que se hunda todavía más nuestras pobres comarcas con la
despoblación.
No
ocurre lo mismo en aquellos países en donde la industria y los servicios
fundamentales son del Estado (banca pública de verdad, de crédito rural y de la
pequeña y mediana empresa, hipotecaria, como había hasta hace poco; centrales productoras
de electricidad y distribución de energía, aeropuertos y empresas de navegación
aérea, ferrocarril, red de carreteras y autopistas, puertos, siderurgias,
correos).
Siento
decirlo; no podemos hacer nada. Dentro de poco privatizarán también la Guardia
Civil, la policía, las fuerzas armadas, los bomberos y las empresas que hagan
estos servicios serán chinas, rusas, árabes o indias. O las controlará la
camorra italiana. No tardaremos a verlo. Bueno, yo espero que no, que la pensión
por lo menos me la pague el Estado.
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