Todos los partidos
llevaban en su programa electoral municipal de hace cuatro años el tema de la residencia; el PSOE también.
Además, este partido ganó de nuevo la mayoría absoluta en el Ayuntamiento, no sé si por tercera vez consecutiva y ha gobernado en el municipio prácticamente sin oposición, bien por la debilidad del PP local o bien porque este partido ha sido dentro del consistorio un “convidado de piedra”, quizá por las dos cosas; ninguneado y despreciado por la mayoría. Algo que puede resultarles caro al PSOE en este nuevo mandato que se avecina si no consigue otra vez la mayoría absoluta. El sectarismo tiene estas cosas y sus consecuencias son aterradoras a largo plazo, pero hasta que no se sepan los resultados no se puede hablar con propiedad. Y nadie somos adivino.
El tema de tener una
residencia en el pueblo es popular, aunque no es el modelo que a mi más me
apasione; la experiencia que tengo sobre este tema por mi vinculación al
sindicato de pensionistas de CCOO, organismos como El Consejo Aragonés de las
Personas Mayores, Ley de la Dependencia o el contacto con la Institución del
Defensor del Pueblo son calamitosas. Las administraciones Públicas y los
partidos que nos han gobernado han privatizado ya casi todas las residencias.
Antes se podía ir a una con el 80% de la pensión, fuera la que fuera la cuantía
de esta pensión y aunque no fuera dependiente, y te dejaban aproximadamente el
20% para los gastos; eso se ha acabado. En Aragón apenas queda alguna pública
que solo van ya los padres de los políticos de los principales partidos que nos
gobiernan o de los empresarios con los que tienen buenas relaciones.
Se han abierto muchas privadas
pequeñas, por parte de personas que han visto en esta actividad una forma de emprendimiento
pero que apenas pueden dar el servicio que exige la ley como que tengan todo el
personal adecuado, pagado mediante convenio, que se cumpla con comida y
atención como demanda una residencia que no es, o no debería ser, un asilo de
beneficencia; que se cumplan los “ratios” (que no se cumplen en la mayoría).
Por otra parte, hay una total falta de inspección porque en la administración también
se reduce la plantilla mientras que cada vez hay más residencias que
inspeccionar y no hay inspectores, o hay convivencia y avisan cuando van a visitarlas
para que ese día esté todo en condiciones. No digo que no haya residencias de
este tipo que cumplan o que intenten cumplir, que las hay, nadie dice que sea
fácil acometer con las condiciones que imponen las diferentes administraciones,
pero muchas de las pequeñas son deplorables como he escrito antes; ninguno de
nosotros y nosotras que sabemos que vamos a tener que ir a una residencia
porque es el signo de los tiempos, nos gustaría acabar allí, es así de cruel,
no estamos preparados para eso.
¿Y las grandes que se
están abriendo en los últimos tiempos por parte de grandes corporaciones
financieras? En teoría esas sí que deberían cumplir con la legalidad, pero su
interés no es social sino meramente especulativo; son enormemente caras,
inaccesibles a la clase baja y media-baja que somos la mayoría, y suelen
saltarse también las ratios de personal, el convenio, practican el trabajo
precario, etc.
Se están barajando
otros modelos de residencia cooperativa que está dando buenos resultados en
algunos sitios gestionados por los propios usuarios o próximos usuarios,
asociaciones, ONG, sindicatos, etc., pero va lento y para mí que son también
poco accesibles a rentas medias y bajas.
Desde los sindicatos
reclamamos que se hagan suficientes residencias públicas para las nuevas
necesidades que se avecinan y adecuadas a las condiciones de vida actual, sin
que sean ni asilos ni hospitales de beneficencia ni locales aparca abuelos, pues
los hijos e hijas ya no se van a hacer cargo en el futuro de los mayores, no
porque sean perversos los hijos actuales o del futuro, sino porque trabajan
todos y el modelo de familia se está modificando totalmente (esto lo sabemos
todo el mundo y no hace falta insistir en ello). Las residencias se podrían
financiar con las pensiones del residente y con las ayudas que ofrece la Ley de
la Dependencia para quienes no les llegue, que para eso se hizo esta ley; pero
no hay lugar a la especulación ni a la usura ni a los beneficios. De momento la
realidad va en sentido contrario, las administraciones públicas, la mayoría de
los partidos y de los políticos no están por la labor. La gente parece que no
quiere enterarse del negro porvenir que les espera a los mayores, sobre todo
cuando no puedan valerse por si mismo. El actual modelo de residencias solo es
viable para economías altas y media altas.
No sé qué tipo de
empresa es la que se quiere instalar en Samper, pero no es solo cuestión de voluntarismo.
Espero que, si se hace una residencia en Samper, el Ayuntamiento que salga sea el mayor
interesado en que se cumplan las condiciones legales de salud, laborales y
ambientales tanto para los y las trabajadoras como para los residentes en ellas.
ResponderEliminarEn los alrededores de Samper hay más de quince residencias de mayores. No hay futuro para todas.
Además, colocarla dónde acaban de anunciarla, en el Tinte, teniendo que cruzar la carretera y con la cuesta que hay hasta llegar a la Placica, sería una forma de encerrar, que no de atender a los mayores
Totalmente de acuerdo, no es el modelo que quiero, viviendas tuteladas es la opción, pero claro aquí no hay construcción a lo grande, aquí se trataría de adaptar las viviendas que ya existe, y dentro de nuestro entorno urbano y claro ya no hay negocio. Y cierto no habrá viejos para todas, se nos rifarán o qué,, ya me he reido que triste hacer negocio con nuestros abuelos,
ResponderEliminarUno ve el anuncio de la nueva Residencia de Mayores de Samper de Calanda, y podría pensar que los samperinos mayores, por el hecho de serlo, tendrán (tendremos) una plaza reservada, y gratuita cuando funcione esa residencia. Nada más lejos de la realidad.
ResponderEliminarA veces se encuentra uno con proyectos muy campanudos, pero nunca se habla del coste de los mismos. Supongo que lo primero que pretenden es sacar los votos que una visión superficial del tema pueda suponer.
Algo así pasa en la Comunidad Valenciana y Murcia con el agua del allí, por muchos pretendido trasvase del Ebro, nunca hablan del precio al que saldría el agua de Ebro en aquellas tierras... por que desaparecería la demanda.
De los costes de construcción (públicos) y los gastos necesarios para el funcionamiento, incluida la mano de obra de la anunciada Residencia,(privados y públicos) tampoco dicen nada... por que desaparecería el interés por la Residencia.
Mejorar y ampliar la atención domiciliaria, incluyendo los fines de semana y festivos, viviendas tuteladas para que los mayores puedan vivir en sus casas mientras se les pueda atender, y si un dependiente total tiene que ser llevado a una residencia con los medios adecuados, igual le dará que su habitación esté en cualquier lugar. Esta es la alternativa que algunos planteamos a la hora de mejor atender a los mayores y de mejor administrar el dinero público y privado.
Además, ponerla fuera del pueblo, al otro lado de la carretera y con semejante desnivel, si no es un disparate, la verdad es que lo parece.
Totalmente acertadas las palabras de Miguel.
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