Intentaré dar mi opinión porque como sucede con todo, hay muchas y distintas opiniones. Influyen la pluralidad de sentires relacionados con cómo le afectan a cada uno o una, y la ideología. Es curioso que encuentro a gente, incluso con pensiones medias y bajas que no están de acuerdo con la subida porque piensan que será fatal para la economía y que es una cuestión de electoralismo del gobierno actual, u otras, creen que la práctica congelación del gobierno de Rajoy era más realista y positiva; por cierto, nadie renuncia por eso a la subida que le han aplicado.
Pienso que la subida beneficia
extraordinariamente a quien tienen mejores pensiones y aunque eso es de
justicia porque han cotizado más a la Seguridad Social, para evitar que aumente
la brecha entre las pensiones mayores y las menores, la subida debería ser
superior para las menores, como se ha hecho con las pensiones no contributivas
(un 15%). Al igual que las de viudedad. Algunos pensionistas con pensiones
bajas han contribuido bastante a lo largo de su vida laboral con largas
carreras de cotización, pero como efecto de la crisis fueron expulsados de su
puesto de trabajo (es decir, involuntariamente) y perdieron mucho, mientras que
otros con menos cotización gracias a conservar el puesto de trabajo se
jubilaron con mejor pensión. Tambien las de viudedad se quedan cortas. Hay que
tener en cuenta que las carreras cortas de cotización y las de viudedad, así
como las no contributivas (que en realidad no son pensiones, si no ayuda
social), corresponden en un gran porcentaje a mujeres debido a que tuvieron que
dedicarse al cuidado de hijos o familiares, al trabajo sumergido o a la mayor
dificultad para conseguir trabajo una vez casadas. Con todo pienso que como
primer paso es un acierto esta subida de las pensiones. Veremos si se
consolida.
Hablemos de los autónomos; algunos tuvieron
una época buena de expansión económica en la que ganaron mucho, pero
prefirieron invertir en oros gastos; locales, viviendas etc. (“a mí no me
jode el Estado” -decían-), y luego se han encontrado con una pensión muy
baja, pero también hay que tener en cuenta que para algunos sectores de
trabajadores por cuenta propia, ser autónomo es sinónimo de trabajo precario y
cotizar más suponía empobrecerse más, por ejemplo en las zonas rurales y en el
régimen agrario. Lo mismo le ha sucedido a muchos trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena que les han pagado (sin querer o por ignorancia), “en negro”,
y al jubilarse se han encontrado con pensiones mínimas, o como he dicho a
quienes les cogió la crisis y tuvieron que cerrar el negocio con antelación o
fueron despedidos y, por lo tanto, dejaron de cotizar los últimos años con
nefastas consecuencias para su pensión futura.
Sobre la segunda pregunta hay que
recordar que las pensiones contributivas son un derecho subjetivo: “Los
derechos subjetivos son la facultad reconocida a la persona por la ley que le
permite efectuar determinados actos, un poder otorgado a las personas por las
normas jurídicas para la satisfacción de intereses que merecen la tutela del
derecho”.
Las pensiones contributivas se
pueden congelar, pero nunca eliminar (por ejemplo, no se pueden quitar las
llamadas pagas extra, como dicen tantos bulos por ahí, ni recortarlas por otros
procedimientos), salvo quiebra del Estado o algo parecido; entonces no solo las
pensiones se reducirían, también otras partidas que se financian a través de
presupuestos, directos, indirectos y tasas, o pagos finalistas como las
pensiones. No parece que por ahora el Estado Español esté con más peligro de
quiebra que el resto de la UE, incluso ahora ponen a España en el 4º lugar del
ranquin de la economía europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI),
publica que España liderará la economía europea los dos próximos años. Yo no
confío mucho en los pronósticos de la economía ni en los del tiempo, pero desde
luego no es el catastrofismo que constantemente está expresando la
oposición al gobierno. Y el FMI, no es precisamente una institución socialbolivariana.
Algunos quisiéramos que la subida
con el IPC se brindara en la constitución, con la excepción, opino yo, de que
se beneficiara de vez en cuando, con un porcentaje mayor para las pensiones más
bajas para impedir que la brecha entre pensiones, como he escrito más arriba,
muchas veces injusta, no se agrande. Me temo que habrá mucha oposición a esto
porque, insisto, todos creemos que el derecho es el mío, pero no el de los
demás.
Tambien recuerdo que el sistema de pensiones financió durante muchos años a otras partidas del Estado, incluso después de separarse el sistema de salud de la Seguridad Social; se creó la “hucha de pensiones” que el gobierno de Rajoy la vació para financiar otras partidas, entre ellas el rescate a muchos bancos que todavía no lo han devuelto ni se les espera que lo hagan.
Las previsiones nos dicen que hasta
el año 2050, habrá que poner algo de dinero de los presupuestos porque los
pensionistas van a aumentar; a partir de este año volverá de nuevo a bajar el
número de pensionistas con relación a los activos porque el porcentaje de
mayores habrán bajado de nuevo. Tambien se van quitando partidas que no son
directas a las pensiones y van a financiar otras partidas, sobre todo de ayudas
sociales, pensiones no contributivas y demás que se pagarán estas con los
presupuestos generales del Estado, y porque no, subiendo el porcentaje de lo
que se paga por la pensión en una pequeña proporción. A generaciones anteriores
nos pusieron estos impuestos y nos lo fueron subiendo y por eso la mayoría de
nuestra generación tenemos ahora buenas o aceptables pensiones. No se regala
nada.
La otra propuesta (que no la mía),
es que se creen aseguradoras por los bancos y entidades financieras y que cada
cual pague, individualmente, a una de estas, como los planes de pensiones o de
jubilación. Yo creo que hay que ser muy ingenuo para tener fe en las entidades
financieras privadas y que vayan a ser mejores gestores que el Estado, pero las
campañas de los bancos y entidades financieras es tan brutal que cada vez
parece que hay más gente que se creen las milongas que nos cuentan las grandes
corporaciones financieras que saben que ahí tendrían un nicho de especulación y
ganancias espectacular.
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