Actualidad. Andorra ante el patíbulo.

 Probablemente, en el momento en el que lean estas palabras, el paisaje de la tierra baja turolense ya no será como lo recordaban hasta hace unas semanas

Joaquín Egea Serrano. Senador de Teruel Existe

Probablemente, en el momento en el que lean estas palabras, el paisaje de la tierra baja turolense ya no será como lo recordaban hasta hace unas semanas. El 13 de mayo de 2022 quedará marcado para siempre en la memoria de nuestro territorio, como uno de los días más tristes de su historia. Será a las 11:30 de ese mismo día, cuando 270 kilos de explosivo dinamiten las tres torres de refrigeración de la Central Térmica Teruel de Andorra, borrando para siempre el recuerdo de lo que ha significado esta infraestructura y el desarrollo minero-eléctrico para la memoria de nuestro territorio.

Parecer ser que la cita levanta la suficiente expectación como para que comparezcan a la misma diferentes autoridades públicas y personas importantes, relacionadas con la propietaria de la central (Endesa/Enel); espectadores partícipes de un triste espectáculo como los personajes de una de esas películas estadounidenses en las que ante una ejecución se reúnen, en torno a un cubículo acristalado, aquellos que directa e indirectamente tienen algo que ver con la condena a muerte del reo, porque necesitan, entre el morbo y la desconfianza por el cumplimiento de la condena, ver con sus propios ojos cómo cae el acusado. Esta vez no habrá llamada de última hora que indulte y salve al condenado: la condena se habrá cumplido, regocijados y reconfortados por ver su objetivo cumplido seguirán su vidas. Si tuvieran un poco de vergüenza, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Andorra que no han hecho nada por salvar las estructuras de la central pudiendo hacerlo, deberían, por lo menos, alejarse de la escena del crimen.

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Demoler las torres de la central de Andorra no puede convertirse en un espectáculo

La Ejecutiva de CCOO Andorra ha emitido un comunicado en el que muestra su rechazo a convertir la demolición de las torres de refrigeración de la central térmica en un espectáculo al que asistirán autoridades y cargos públicos. Para la central sindical no hay nada que celebrar mientras las eléctricas incrementan sus beneficios a costa de las familias trabajadoras, continúan sin dares alternativas al cierre de la central y el convenio de transición justa sigue sin firmarse.

No solo como sindicalistas, si no como vecinos y vecinas de localidades afectadas, y miembros de familias que se han ganado la vida con actividades relacionadas con la minería y la central térmica, nos produce una profunda tristeza saber que hay responsables políticos que se toman esta situación como una fiesta o espectáculo al que solo unas pocas personas privilegiadas pueden asistir. ¿Tienen algo que celebrar las eléctricas que siguen ahogando a las familias trabajadoras de este país por aumentar sus márgenes de beneficios y dividendos? ¿Tienen  algo que celebrar esas mismas autoridades que prometieron ya la legislatura pasada que tenían la alternativa al cierre de la central en una carpeta? Autoridades de todos los niveles de la administración que aseguraban que “nadie se iba a quedar atrás” y que a tres años del cierre de las instalaciones lo único que hoy pueden celebrar. Es que España ha  renunciado a su  única reserva estratégica y medio de controlar los precios de la energía, volviéndose un país todavía más dependiente de intereses ajenos al interés general y la “noticia” de que a partir de 2023 y hasta 2028 la empresa química OXAQUIM va a realizar una inversión para generar 380 empleos en Andorra.

Desde CCOO de Andorranos congratulamos y realmente esperamos que este importante y necesario proyecto industrial al igual que los relacionados con la adjudicación del nudo mudéjar salga adelante y sean totalmente viables y fiables. Pero desde luego no nos parece respetuoso con las familias y localidades afectadas por el cierre de la central térmica este tipo de celebraciones por parte de nuestros representantes. Tampoco nos sorprende que esta noticia salga a dos días de la organización del mismo y a poco más de un año y medio de las elecciones locales y autonómicas.

Nos gustaría que nuestros cargos públicos ocupasen más su tiempo en firmar el tan esperado “convenio de transición” y menos en tribunas y vino español. Que tuviesen un poco más de humildad y no estuvieran en permanente campaña electoral jugando con los sentimientos y esperanzas de los territorios y sus habitantes.