Artículo. Una iniciativa extraordinaria.

 

Aunque nací en un lejano mes de mayo de 1950, en la otra centuria, como decían los viejos de antes, y viví en el pueblo permanentemente hasta los 19 años, la verdad es que de Samper solo conocía su perímetro urbano; todo lo más las eras y los pajares que lo circundaban, y aunque poco, su huerta y las estaciones ferroviarias. Pero Samper es mucho más. Lo ignoraba. Recuerdo que una de las pocas veces que fui de compañía a cazar y dormí en un corral de ganado (creo que en la Balsa Cuartana), cuando amanecía, mi padre me despertó para que apreciara la salida del sol; era algo maravilloso que me sorprendió, a mí que había madrugado tantos días para hacer el pan. Otra vez, en el corral de la Pila plana, donde dice que estuvieron de pastores durante un tiempo los padres de mi abuela Eusebia. Era un rincón encantador, me parecía de película de cine. Hoy no quedan más que las ruinas.

No fue si no muchos años después cuando tuve vehículo a motor ya rondando los cuarenta años cuando con otros amigos como Juanjo Vernet y José María Sevil (este último se sabía el monte de “carretilla”), cuando empecé a apreciar los diversos rincones de nuestro extenso y diverso término municipal. Recientemente con mi amigo Habanero y Paulino Fandos he descubierto más lugares que no conocía y que me encantan, aunque no los he frecuentado apenas: La Fuente Puntón y sus alrededores, el Rincón cerrado, etc. Mi pariente Francisco Marco me llevó a un sitio que no puedo localizar y que parece ser que está catalogado como un antiguo asentamiento prehistórico.

No hace mucho tiempo, Manuel Espés me dejo publicar en el blob que administro, Samper palillero, una serie de fotografías de mases, parideras, fuentes, balsetes, etc. Me comentó que, aunque él había sido pastor de joven no conocía en profundidad todo el término municipal del pueblo; algo que me han confirmado casi todo el mundo samperino con quien he hablado. Es posible que haya algún antiguo cazador, pastor o labrador que tenían o tienen un conocimiento grande de ello, pienso que cada vez son menos, y no digamos ya de antiguos edificios, muchos “esculaus” o en ruina total o cercana.

Miguel Gracia Fandos público un libro muy interesante que creo no se le ha dado suficiente publicidad (pero lo hare de nuevo) sobre los términos, nombres de acequias y toponimia del pueblo que se habrían perdido con el tiempo si no los hubiera recogido, pues cada vez más se habla de polígonos con números, las acequias desaparecerán y a saber cómo será la toponimia del pueblo en el futuro.

Ahora Miguel Abos, entusiasta samperino, ya felizmente retirado en el pueblo de sus amores se dedica a limpiar muchos sitios de nuestro término municipal sobre todo del monte, y ha trasmitido ese entusiasmo a otros muchos que a lo mejor ya lo tenían pero que les faltaba alguien que llevara la iniciativa. La labor que están realizando no solo es de saneamiento de estos lugares, en realidad, debido a la tecnología de la fotografía digital y las redes de Internen, se está catalogando y divulgando el rico patrimonio popular de nuestro pueblo; patrimonio de una época, de una economía y de una cultura que ya no lo es y que se perdería. Además, estamos a tiempo de salvar, algunos árboles emblemáticos, edificios si quiera sea residualmente, algunos lugares, balsetes etc., o por lo menos saber donde estaban o que existían.

Se han reformado con iniciativa municipal algunos mases del monte, el fortín, el Calvario, Santa Quiteria, la iglesia parroquial (la estación de abajo se está dejando morir y el desinterés institucional viene de lejos). Ha habido iniciativa municipal, que hay que decirlo todo, aunque no siempre al gusto de la mayoría o de la minoría (que hacer la cosa a gusto de todos/as es quimérico e imposible).

Termino: Esta iniciativa de voluntariado es muy meritoria y creo que debería contar con un decidido apoyo municipal. No sé si se cuenta con dinero para esas partidas o es necesario para otras más perentorias; no quiero opinar de lo que no sé, pero la iniciativa de Miguel Abos y compañía merece ser resaltada.