Perplejidad ante la
absolución de Carlos Escó, Agapito Iglesias y Miguel Ángel Floría en el Caso “saqueo
de Plaza”. A lo inesperado de su contenido se agrega el hecho de que tres
acusados salgan libres, mientras otros son condenados tras haber admitido su
culpa aceptando penas benignas, pero comprometiéndose a devolver todo o parte
del dinero que se fue en sobrecostes. No es que el tribunal no asuma que en la
Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) hubo desde el primer momento una mala
y dudosa gestión; pero no puede probar que el exviceconsejero del Gobierno
Aragón y los dos empresarios que decidieron ir a juicio sin pactar nada con la
Fiscalía estuvieran involucrados en delito alguno.
O sea; los que “han
cantado”, van a prisión, con rebajas de condena por buen comportamiento y los
que se han resistido a admitir su culpa han sido absueltos por falta de pruebas.
Escó se libra y
Agapito no ha llegado a ser condenado en ninguna de las piezas a que dieron
lugar las investigaciones sobre la tortuosa gestión de las obras llevadas a
cabo en Plaza bajo la dirección de una sociedad semipública donde el Gobierno
aragonés actuaba como principal engranaje.
El desconcierto viene
del hecho de que no se ha negado en ningún momento que hubiera fraude. Se ha
fijado en 147 millones el total de lo saqueado. Acciona, la principal empresa
involucrada, ha aceptado ya devolver 60 millones. Hay condenas que incluyen
años de prisión... Y sin embargo no existe responsabilidad política alguna. Por
falta de pruebas.
Leer explicación anterior sobre el tema...
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