Comentario. Los trabajadores autónomos.

Cuando se habla de los autónomos, se ha hecho desde un relato que no explica la realidad, se presenta al autónomo como un pequeño empresario que triunfa si son buenos emprendedores y meritócratas o fracasa si es mal profesional. Este relato es falso. Y es extremadamente injusto.

El autónomo, antes que nada, “pertenece a la clase trabajadora”; sea autónomo real o, aunque gestione una microempresa. No es un eslogan, es una descripción material de su vida. Son repartidores, comerciales, agricultores, ganaderos, tenderos, profesionales de despachos, de la electrónica, de la industria, la hostelería, la construcción y de todos los servicios o multitareas que viven exclusivamente de su trabajo.

Si no trabajan, no ingresan. Pero pase lo que pase, siempre pagan. Trabajadores sin derechos 

Tenemos dos categorías dentro de la clase trabajadora: los asalariados y asalariadas, con convenio, vacaciones y prestaciones, aunque con una diversidad grande en brecha salarial donde no faltan los precarios laborales, y los autónomos, que viven con una inseguridad crónica, la mayoría con cierta o mucha precariedad laboral también, mayor inclusive, que la media de asalariados. Sin horarios claros, sin una red de protección real, con pensiones de miseria.

Tambien están los autónomos económicamente dependientes (TRADE), que es una figura legal que solo factura para una empresa, pero lo que más abunda actualmente son "los falsos autónomos" una categoría ilegal pero de la que hay miles en España y que va en aumento, sobre todo entre la población inmigrante, aunque también en la nacional.

Un autónomo que no llega al salario mínimo no es un emprendedor con mala suerte. Es un trabajador pobre. Y un sistema que trata igual a quien ingresa millones y a quien no llega a la media de ingresos de los trabajadores por cuenta ajena, no es justo: es una trituradora de derechos y de igualdad. El sistema castiga a los de abajo.  El 85 % de los autónomos ha cotizado históricamente por la base mínima. No por elección, en la mayoría de los casos, sino por supervivencia (aunque hasta hace unos años muchos podían haberlo hecho por más, hoy ha empeorado su situación para casi todos. El sistema lo permitía, pero al no hacerlo o poder hacerlo, condena a los autónomos ahora a una pensión de 966 euros al mes con cónyuge a cargo y 783 sin cónyuge a cargo, muy por debajo de los 1.669 euros de media de los asalariados.

Esto es el resultado de una arquitectura institucional pensada para asfixiar a quien menos tiene y blindar a quien más ingresa. Por ejemplo: un autónomo que gana 6.000 euros paga casi 600 euros de cuota.

También está la trampa de las lagunas de cotización: un asalariado recibe compensación en meses sin trabajo (no siempre, otra vez comentare esto); un autónomo, si no puede pagar, arrastra un cero que le reduce la pensión de por vida.

Esa es la realidad. Aunque también es cierto que muchos autónomos quieren aparentas un estatus social mayor que el de un obrero, o al menos así lo era hasta hace unas pocas décadas; hoy ya no. La mayoría de los jubilados que fueron trabajadores autónomos se encuentran en lo más bajo del escalafón de las pensiones.

Base de cotización mínima 2026             Base de cotización mínima 2026

                                            Base             Cuota          Base      Cuota

Hasta 670 €                         653,59 €         205 €        718,94 €    226 €

Entre 670 y 900 €                718,95 €        226 €           900 €       283 €

Entre 900 y 1.166,70 €         849,67 €       267 €        1.166,70 €  366 €

Entre 1.166,70 y 1.300 €      950,98 €       299 €        1.300 €       408 €

Entre 1.300 y 1.500 €           960,78 €       302 €        1.500 €       471 €

Entre 1.500 y 1.700 €           960,78 €       302 €        1.700 €       534 €

Entre 1.700 y 1.850 €       1.143,79 €        359 €        1.850 €       581 €

Entre 1.850 y 2.030 €       1.209,15 €        380 €        2.030 €       637 €

Entre 2.030 y 2.330 €       1.274,51 €        400 €        2.330 €       732 €

Entre 2.330 y 2.760 €       1.356,21 €        426 €        2.760 €        867 €

Entre 2.760 y 3.190 €       1.437,91 €        451 €        3.190 €      1.002 €

Entre 3.190 y 3.620 €       1.519,61 €        477 €        3.620 €      1.137 €

Entre 3.620 y 4.050 €       1.601,31 €        503 €        4.050 €      1.272 €

Entre 4.050 y 6.000 €       1.732,03 €        544 €        4.909,50 €  1.542 €

6.000 € o más    1.928,10 € 605 €

Un trabajador con un salario bruto de 1.900€ paga aproximadamente entre 110€ y 130€ de cuota a la Seguridad Social, siendo la mayor parte (cerca del 30%) asumida por la empresa, mientras que el trabajador aporta alrededor del 6% de su salario bruto, principalmente a contingencias comunes, impactando su nómina neta. Este importe puede variar según pagas extras prorrateadas y el grupo de cotización, pero la base es el salario bruto.

Desglose Estimado (aproximado para 2025)

Salario Bruto: 1.900€ (base de cotización).

Aportación del Trabajador (aprox. 6%):

Contingencias Comunes (CC): ~23,6% (del total, la empresa paga ~18,3%, el trabajador ~4,7%).

Desempleo, Formación, etc.: Aportación pequeña del trabajador.

Total, Aportado por el Trabajador (nómina): Cerca de 110€ - 130€ (esto se deduce de su bruto).

Coste para la Empresa (Total): La empresa paga mucho más, alrededor del 30% adicional (unos 570€), haciendo un coste total para la empresa de casi 2.500€.

Factores Clave

Pagas Extras: Si las pagas extras están prorrateadas, el salario base mensual es mayor, y por tanto la cotización también.

Tipo de Contrato: Diferentes tipos de contratos (indefinido, temporal) pueden tener tipos de cotización ligeramente distintos.

Grupo de Cotización: Determina la base mínima y máxima, aunque con 1.900€ suele estar dentro del rango normal.

En Resumen: De los 1.900€ brutos, al trabajador se le descontarán unos 110€-130€ para la Seguridad Social, dejando un sueldo neto inferior, y la empresa pagará casi 2.500€ en total por ese empleado.