Endesa ha ganado la gran batalla
por las energías renovables de Andorra, al menos provisionalmente, pero no todo
el mundo está igualmente contento con la decisión de adjudicarla a Endesa.
Todo ello hacía que fuera una de las opciones más sólidas de la puja. Así era visto por la mayoría de los agentes y políticos locales consultados en los más de diez meses que ha durado el proceso de adjudicación. Algunas de las propuestas presentadas al concurso generaban además cierta desconfianza por no ser realistas. De ahí, la satisfacción que ayer se respira en el ayuntamiento andorrano y de otros municipios como Samper de Calanda o Hijar que verán incrementados sus ingresos gracias a la ubicación en ellos de las plantas renovables de Endesa. Eso sí, la alegría contenida a la espera de que la concesión por parte del Ministerio para la Transición Justa sea definitiva.
Satisfacción en el ayuntamiento,
recelos en la DGA
«Es algo que estábamos esperando
hace mucho tiempo y que es la salvación de Andorra. Empezamos a ver la luz del
futuro», afirmó Juan Ciércoles (PAR), segundo teniente de alcalde del
consistorio, quien aplaudió la elección de Endesa, una empresa «que conocemos y
que lo ha sido todo en los últimos 50 años para el municipio con muy buenos
resultados».
«Estamos contentos de que por fin
se ha haya resuelto el concurso, que puede suponer el futuro que está zona
necesita gracias al plan de acompañamiento», afirmó Alejo Galve, secretario
general de UGT en Teruel y concejal de Andorra por el PSOE, quien definió el
proyecto de Endesa como «potente» y «esperanzador».
En la Asociación Empresarial de
Andorra también suena bien lo que se conoce del plan inversor de la empresa
eléctrica. «Con todas las reservas que tenemos que tener hasta que todo se
confirme, estamos esperanzados», asegura Roberto Miguel, presidente de esta
organización. «Por las pinceladas que conocemos del plan de Endesa, vemos que
es posible que haya un renacimiento de la zona, una segunda oportunidad para un
futuro de varias décadas», agregó.
Desde el Gobierno de Aragón, sin
embargo, la adjudicación del nudo Mudéjar ha sido acogida con poco entusiasmo y
recelos. La consejera de Economía, Planificación y Empleo, Marta Gastón, mostró
ayer el «máximo de los respetos» con la resolución adoptada, pero volvió a
lamentar que «no hayan tenido cabida proyectos autóctonos» en referencia a las
propuesta presentada por las empresas locales Forestalia y Térvalis, esta
última de la mano de la eléctrica portuguesa EDP.Fue el mismo mensaje que
trasladó Javier Lambán tras conocerse que Endesa era la ganadora, una compañía
con la que el presidente aragonés ya mantuvo fuertes tiranteces desde que
anunció el cierre de la térmica. «No hubiera gustado una participación de
empresas aragonesas. Echamos de menos que haya quedado al margen de la decisión
final», afirmó Gastón, que defendió que las firmas locales tiene un «mayor
compromiso con el territorio y sus personas».
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