domingo, 7 de marzo de 2021

Comentario. Bienvenido míster Jinping

 

El Ministerio de Industria todavía no tiene decidido dónde ubicará la primera fábrica de baterías para vehículos eléctricos que pretende desarrollarse gracias a un consorcio entre el Estado, Seat e Iberdrola. La titular de esta cartera, Reyes Maroto, así se lo aseguró ayer al presidente del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán, después de que este llegara a lamentar que el Gobierno de España eligiera Cataluña. El malentendido se inició después de que la propia ministra anunciara que el proyecto busca que “fabricantes como Seat cuenten con una planta de baterías cerca”. Leer noticia en el Periódico

Lo que me ha llamado la atención de esta noticia es que el señor Lamban lamente que el “gobierno de España” (o sea el Estado, Seat e Iberdola), se puedan llevar la fábrica a Cataluña, que debe estar en el extranjero, o que el Presidente de Extremadura, también socialista pero populista y demagogo como el señor Lamban diga que “de Extremadura no sacará nadie los minerales para las pilas si no ponen allí la fábrica”, como si Extremadura fuera soberana o tuviera bajo mando a la Legión Extranjera con la cabra incluida ¡Qué país, qué paisaje y qué paisanaje! Que decía Quevedo, si no me equivoco. Con tanto dirigente cateto (a la que también se han unido los de la otra hora ilustrada Cataluña -o eso pensaba yo-), lo más normal es que la fábrica esa se vaya a otro país y por aquí pasen de largo como en el pueblo manchego disfrazado de andaluz, de la película de Berlanga.

Ahora no son los yanquis, que están en decadencia profunda, sino los chinos. Pues a aprender chino y a hacerles la “pelota”. Que los chinos ya fabrican ternasco; incomible, pero lo hacen. Pronto se llevarán el de aquí y nos venderán el suyo; en las tiendas de los chinos y mucho más barato.

4 comentarios:

  1. Es enternecedor que te sorprendan las quejas de los "catetos" autonómicos, cuando está tan claro que la consolidación de las autonomías ha diluido el sentimiento nacional hasta un punto impensable cuando se redactó la constitución. cont.

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    1. Yo es que no creo que estas quejas sean sinceras, lo que pasa es que algunos lideres autonómicos como el de Aragón y Extremadura saben que en sus comunidades hay mucho sentimiento anticatalanista y lo instrumentalizan para ganar apoyos electorales. Lamban, un dia si y otro también agita estos sentimientos anticatalanes. En esto no me gusta nada. En otras cosas si. A logrado en Aragón una coalición de gobierno amplia con aragonesistas de derechas y de izquierdas (nacionalistas o casi, sobre todo la Cha), Podemos e IU que la tiene en el vote. Sin embargo a su jefe de Madrid le critica por hacer lo mismo en el gobierno de coalición que tiene con UPodemos. Porque allí no y aquí si, aunque si pudiera gobernar con el PP en Aragón seguro que estaría más satisfecho, pero eso tambien le pasa a Pedro Sanchez En realidad el PSOE es de centro y le gustaría tener un PP también de centro, pero el PP está que se ha tirado al monte con el trabuco y las huestes carlistas.

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    2. No, Lamban no ha hecho lo mismo que su jefe ha hecho en Madrid. No trates de ocultar que el doctor Sánchez gobierna gracias a los independentistas catalanes y vascos y a los herederos de ETA. Podría haber elegido a Ciudadanos (ya que el nivel de cainismo del país le impide pensar en una gran coalición con el PP), pero no, prefirió a los "hombres de paz" y patriotas de lo suyo. Te has referido a tirarse al monte,¿como llamarías a este viaje del doctor Sánchez? ¿Disfrutar de la playa? Pues me temo que nos va a costar muy caro.

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  2. Pero vamos al asunto de la ubicación de la fábrica. Lo único que ha contado la ministre es que conviene la cercanía a SEAT. Ya, pero es que en España hay una docena de factorías automovilísticas y las correspondientes localidades y provincias se quedarán unas vez más olvidadas. Cuando tanto parece preocupar la despoblación y los desequilibrios territoriles, no parece razonable que no se nos expliquen muy bien este tipo de decisiones. Y tenemos todo el derecho a pensar que se trata, una vez más, de un pago que hace el Gobierno para mantenerse en el poder.

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