No se como se
desarrollarán las manifestaciones en defensa de la mujer, solo se que este año
yo no iré como he ido todos los años, incluso cuando no iba casi nadie más que
los de los sindicatos, aunque ahora nos critiquen y digan donde estamos los
sindicatos; pues durante muchos años también en la lucha feminista y por los
derechos de la mujer cuando esta reivindicación era minoritaria en la sociedad.
Hoy es ampliamente mayoritaria, aunque lo odie los sectores reaccionarios de la sociedad que le acusa (y le acusará de la propagación del Covid y de todos los males habidos y por haber). Esta ampliación de la ideología feminista en la sociedad a contribuido a que surjan distintas corrientes dentro del feminismo, algunas muy sectarias y enfrentadas entre si, como ocurre con todos los movimientos sociales en ascenso.
Pero mirad: las
manifestaciones habidas durante la pandemia -la mayoría saltándose las medidas
de seguridad-, han sido notorios, empezando por las del Barrio de Salamanca,
exigiendo el fin de las restricciones, en plena primera ola, y estado de
alarma. Comandados, principalmente por VOX, estuvieron varios días saltándose
las normas, y sin ni siquiera un toque de atención del alcalde o de la presidenta
de la Comunidad. Les siguieron varias; los negacionistas en Colón, la de coches
de VOX, la que fue contra la Ley Celaá, o la del homenaje a los caídos de la
División Azul. En algunas de las cuales, como esta última, animando al personal
a saltarse las nomás anticovid. En Zaragoza varias por lo mismo.
Cierto que ha habido
otras manifestaciones que nada han tenido que ver con ideologías políticas; por
la cultura, a favor de la hostelería, por la sanidad, y por el asesinato de
George Floyd, dónde se reunieron 3.000 personas. En todas se saltaron las
normas de seguridad, por lo menos en las que vi yo desde lejos y alcahueteando.
Lo mismo cogí allí el Covi, aunque lo dudo porque siempre guardé las normas de
seguridad, sobre todo en las que solo iba de observador.
Conciertos, grandes
encuentros deportivos, incluso mítines. Cómo ha dicho Díaz Ayuso el 8M ha
pasado a denominarse, "El Día de las Mujeres Contagiadas". Todo vale
para un rédito político. Que triste.
Cierto también, que me
hubiera encantado, y lo digo de corazón, oír en rueda de prensa a nuestra
Ministra de Igualdad, rodeada por presidentas de asociaciones feministas, que
este año no toca, que, debido a la situación sanitaria, y apelando a la
responsabilidad que habitualmente caracteriza a su género, que este año no
habría manifestaciones, y que se harían otras actividades alternativas. Que,
pese a saber que la lucha no podía parar, se relegaban a un segundo plano, pués
la crisis sanitaria así lo exigía.
No ha sido así, y lo
siento. Pero no está sólo eso, acordémonos de los conciertos de Rafael, casi
5.000 personas en cada uno. O este fin de semana que se celebra en el WIZink
Center la Final de la Copa del Rey de Balonmano, 7 partidos con 1.500
espectadores cada uno, en espacio cerrado. O como olvidar la celebración del
quinto aniversario de El Español, 100 personas juntas, pasando de mascarillas,
con la presencia del alcalde y algún que otro ministro. O sea, la flor y nata.
Eso si, si hay repunte,
serán las bujas feministas las que habrá que ser quemadas en la hoguera ¡Pues
vivan las brujas!
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