lunes, 8 de marzo de 2021

Artículo. El 8M

 

No se como se desarrollarán las manifestaciones en defensa de la mujer, solo se que este año yo no iré como he ido todos los años, incluso cuando no iba casi nadie más que los de los sindicatos, aunque ahora nos critiquen y digan donde estamos los sindicatos; pues durante muchos años también en la lucha feminista y por los derechos de la mujer cuando esta reivindicación era minoritaria en la sociedad.

Hoy es ampliamente mayoritaria, aunque lo odie los sectores reaccionarios de la sociedad que le acusa (y le acusará de la propagación del Covid y de todos los males habidos y por haber). Esta ampliación de la ideología feminista en la sociedad a contribuido a que surjan distintas corrientes dentro del feminismo, algunas muy sectarias y enfrentadas entre si, como ocurre con todos los movimientos sociales en ascenso.

Pero mirad: las manifestaciones habidas durante la pandemia -la mayoría saltándose las medidas de seguridad-, han sido notorios, empezando por las del Barrio de Salamanca, exigiendo el fin de las restricciones, en plena primera ola, y estado de alarma. Comandados, principalmente por VOX, estuvieron varios días saltándose las normas, y sin ni siquiera un toque de atención del alcalde o de la presidenta de la Comunidad. Les siguieron varias; los negacionistas en Colón, la de coches de VOX, la que fue contra la Ley Celaá, o la del homenaje a los caídos de la División Azul. En algunas de las cuales, como esta última, animando al personal a saltarse las nomás anticovid. En Zaragoza varias por lo mismo.

Cierto que ha habido otras manifestaciones que nada han tenido que ver con ideologías políticas; por la cultura, a favor de la hostelería, por la sanidad, y por el asesinato de George Floyd, dónde se reunieron 3.000 personas. En todas se saltaron las normas de seguridad, por lo menos en las que vi yo desde lejos y alcahueteando. Lo mismo cogí allí el Covi, aunque lo dudo porque siempre guardé las normas de seguridad, sobre todo en las que solo iba de observador.

Conciertos, grandes encuentros deportivos, incluso mítines. Cómo ha dicho Díaz Ayuso el 8M ha pasado a denominarse, "El Día de las Mujeres Contagiadas". Todo vale para un rédito político. Que triste.

Cierto también, que me hubiera encantado, y lo digo de corazón, oír en rueda de prensa a nuestra Ministra de Igualdad, rodeada por presidentas de asociaciones feministas, que este año no toca, que, debido a la situación sanitaria, y apelando a la responsabilidad que habitualmente caracteriza a su género, que este año no habría manifestaciones, y que se harían otras actividades alternativas. Que, pese a saber que la lucha no podía parar, se relegaban a un segundo plano, pués la crisis sanitaria así lo exigía.

No ha sido así, y lo siento. Pero no está sólo eso, acordémonos de los conciertos de Rafael, casi 5.000 personas en cada uno. O este fin de semana que se celebra en el WIZink Center la Final de la Copa del Rey de Balonmano, 7 partidos con 1.500 espectadores cada uno, en espacio cerrado. O como olvidar la celebración del quinto aniversario de El Español, 100 personas juntas, pasando de mascarillas, con la presencia del alcalde y algún que otro ministro. O sea, la flor y nata.

Eso si, si hay repunte, serán las bujas feministas las que habrá que ser quemadas en la hoguera ¡Pues vivan las brujas!

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