Como cada verano, se repite el mismo
escenario: situaciones de colapso total en varios centros y consultorios
médicos de los pueblos de la zona del Bajo Aragón Histórico. A la dificultad de
cuadrar las vacaciones (muchos las posponen) se suma que a muchos de los
médicos les llega su momento de jubilación, quedando sus plazas vacantes y sin
personal que las cubra.
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