domingo, 31 de diciembre de 2017

Charrada. La despoblación de la provincia de Teruel aumenta.

A algunos pueblos solo les queda el cartel
La provincia de Teruel se despuebla. Desde hace tiempo en una de las provincias más castigadas por la despoblación, el problema va a más día a día. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la provincia de Teruel ha perdido población a un ritmo medio de 100 habitantes menos cada mes.
La emigración sigue en esta provincia, la natalidad está cayendo continuamente y, como resultado global, cada vez hay menos habitantes en Teruel y los que quedan están más envejecidos.

Del 1 de julio de 2016 al 1 de julio de 2017 (últimos datos publicados por el INE), la provincia de Teruel ha perdido 1.142 habitantes. Y eso es mucho para una provincia cuya población ha caído ya por debajo de los 135.000 empadronados. En esos doce meses, el censo de la provincia turolense cayó un 0,84%, una tasa que es más del doble que la pérdida de población que se ha producido en la provincia de Huesca. La provincia de Zaragoza, por su parte, ha ganado un 0,09% de población, en este caso la capital y su entorno inmediato de influencia, porque en el resto de la provincia también va a menos.
La sangría demográfica de la provincia de Teruel es tan acelerada que dibuja un panorama desolador para una gran parte de sus municipios. En el último decenio, desde 2007, esta provincia ha perdido 9.425 habitantes, el 6,56%. Hace diez años, la provincia de Teruel rozaba los 144.000 habitantes; ahora a duras penas suma 134.000, y el futuro habla de una irremediable pérdida continuada de vecinos. Las escuálidas cifras de natalidad lo certifican.
Del 1 de julio de 2016 al 1 de julio de 2017, Aragón en su conjunto ha perdido un millar de habitantes. Es el saldo global que arroja la siguiente evolución por provincias: 1.142 habitantes menos en la provincia de Teruel, 774 menos en la de Huesca, y 884 más en la de Zaragoza.
La pérdida de población va acompañada de un fenómeno socioeconómico paralelo: la Macrocefalia zaragozana, que es una enfermedad crónica (ya descubierta en los años de 1970 en análisis certeros que se publicaban en el periódico “Andarán”).
La creciente descompensación territorial de Aragón, una región en la que su capital sigue creciendo mientras el resto del territorio continúa despoblándose.

Dentro de poco Aragón será solo Zaragoza; bueno, quedará Huesca capital que tendrá a la Sociedad Deportiva Huesca como equipo de futbol referente de Aragón en sustitución del Real Zaragoza y Astún, porque van los Reyes a esquiar, y poco más.

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