domingo, 22 de octubre de 2017

Reseña. Depuración y descontaminación.

Zaragoza pagó el tremendo coste de su depuradora y ahora debe acudir al rescate del Plan de Depuración de Aragón, porque este ha derivado en una ruina, un desastre más de esta administración descontrolada, eficaz pero corrupta, que nos toca soportar, sea del partido que sea; parece que forma parte de nuestros genes, de nuestra idiosincrasia platanera, y en los próximos meses incluirán el pago correspondiente a 2016, a 2017 y casi inmediatamente a 2018.

Así que arremánguese usted si ya pagó el famoso pago por la depuradora de Zaragoza, y si pagó por la de su pueblo y no se la hicieron pues joróbese también. El impuesto por la Contaminación de las aguas (ICA) está al caer. Hay que pagar por las depuradoras del mundo rural, que muchas no se han hecho, pero aun así hay un gran déficit. "¿ande andará el dinero?". No está ni se le espera. Así que Zaragoza tiene que ser solidaria con el mundo rural porque los metropolitanos tenemos que ayudar a los pueblos que están abandonados y al fin somos y “semos”, la mayoría, metropolitanos y rurales a la vez.
Algunos pueblos tuvieron la suerte de hacer depuradora, otros no, Zaragoza hizo una que salió costosísima, pero tiene que pagar otra vez porque si no las cuentas de todas que se han hecho (y la que no se han hecho en Aragón), pues no salen. Es lo que tienen las cuentas cuando se ponen por fin a hacerse de verdad; que no salen.
Dicen que van a sacar un nuevo impuesto (ICAO), el Impuesto por la Contaminación de los Asuntos Oficiales. Ya tardan.

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