Las religiones "del libro", el judaísmo, las diferentes
corrientes del cristianismo y del islam, tienen la misma base doctrinal, ya que
se reconocen en la tradición espiritual del profeta Abraham, aunque con
diferente interpretación de su descendencia y postulados.
Expresan las voces “oficiales” de esas religiones mayoritarias que los
seguidores constituyen algo más de la mitad de la población mundial
(aproximadamente), el resto se dividirían entre otras religiones y creencias
diversas como el budismo, las diferentes corrientes hinduistas, las
tradicionales chinas, el sintoísmo japonés y otros miles de religiones y
movimientos espirituales diversos.
Se cifran en algo más de un 15 por ciento las personas que se declaran
no creyentes (ateos, etc.) en todo el mundo. Pero esta cifra constituye un
grave error estadístico muy manipulado por Gobiernos y líderes religioso, que
vulnera, muy gravemente, la libertad de conciencia y, por ende, la libertad
religiosa, ya que en más de la mitad de los Estados del mundo no es posible
declararse como no creyente o ateo, ni siquiera de otra religión que no sea la
oficial.
Es muy probable que una de cada tres personas en el Planeta… o aún más
en aquellas zonas del mundo más desarrolladas científica y culturalmente, la
mitad de la población no sea creyente, sea agnóstica, atea o, sin más, hasta
sea deísta, en sus diferentes manifestaciones, es decir que aun creyente de
alguna forma de deidad no pertenecen a ninguna corporación religiosa oficial,
ni cumplen con sus dogmas.
Y lo mismo pasa en España, las cifras de católicos están deliberadamente
infladas por la Iglesia y por lo datos oficiales del Estado, ya que de ese 70%
que se dan de católicos, por parte del CIS, mes tras mes… (Con muy poca
variación en este año 2017), tan solo (de ese 70%) el 26% se declaran
practicantes, mientras que ateos y no creyentes se declaran el 25% y que
practican otras religiones nunca llegan, en los últimos 10 años, al 3%…
Concretamente en el mes de febrero de 2017 se cifraban en el 2,5% de la
población total.
Es decir que, si la población residente en España se ha cifrado a 1 de
enero de 2017 en 46.528.966 ciudadanas y ciudadanos, las que profesan o
practican otra religión que no sea la católica, apostólica y romana serían
aproximadamente: 1.165.000 personas. Y de esos ¿cuántos son musulmanes de las
diferentes corrientes y países?, evidentemente no son dos millones, quizá no
lleguen a la mitad de esa cifra de algo más de 1,1 millones… depende, ello, de
los que se atribuyan el resto de religiones y corrientes espirituales no
católicas.
Entonces ¿por qué se refieren a dos millones de musulmanes los que están
celebrando la fiesta grande del cordero? Avalado por instituciones y medios de
comunicación, así como el Observatorio del pluralismo religioso, dependiente
del Ministerio de Justicia. Pura estrategia de propaganda y para conseguir más
privilegios del Estado.
La fiesta grande del cordero en España
Aid al-Adha que podría traducirse como celebración del sacrificio, es
considerada como la festividad mayor de la mayoría de los musulmanes, que
conmemora el pasaje recogido, tanto en la Biblia, como en el Corán, en el que
se muestra la voluntad del profeta Abraham de sacrificar a su hijo como un acto
de obediencia a Dios, antes de que Dios interviniera para proporcionarle un
cordero y que sacrificara a este animal en lugar del hijo y así demostrar
bíblicamente la bondad y la clemencia de Dios.
Con esta festividad, los musulmanes recuerdan que el islam significa
sumisión, ya que nadie mostró mejor sumisión a Dios que Abraham, quien estuvo
dispuesto a sacrificar a su hijo primogénito, Ismael, como prueba de su lealtad
a Dios
Decenas de miles de musulmanes celebran la fiesta y reciban mis
felicitaciones por ello, pero, evidentemente, no los dos millones que se han
“sacado de la manga” y se atribuyen pomposamente los líderes religiosos del
islam y que reproducen, hoy, erróneamente casi todos los medios de
comunicación, como antes comentaba. Salvo, claro, que los datos del CIS
estén también manipulados y me hayan hecho caer en ese error…
Líderes religiosos… de todas las religiones… aprovechan sus fiestas para
reivindicar más medios y privilegios al Estado, como lo viene haciendo (sin
complejos e incluso aprovechando la tragedia terrorista de Catalunya) el
presidente de la Comisión islámica de España, el imán Riay Tatary, … que por
cierto se reunió el pasado 27 de julio con el muy influyente católico cardenal
Osoro con el objetivo de unir fuerzas para la “causa religiosa”, sobre todo el
estar, más presentes, con sus doctrinas, en el Sistema Educativo, con la
finalidad -claro- de cristianizar, evangelizar e islamizar, que viene a ser lo
mismo.
Una derivación perversa de la libertad religiosa; que debe ser que cada
iglesia y congregación sea independiente del Estado; se mantenga por sus fieles
y tribute por su patrimonio. Lo que quieren las confesiones no católicas es,
puesto que estamos en una democracia, tener los mismos privilegios que la
Iglesia Católica tiene en España; que el Estado les conceda locales, les
permita impartir la enseñanza religiosa en los centros de enseñanza públicos,
les libere de impuestos, les costee el gasto de sus pastores, imanes, popes y
demás, etc. En realidad, estarían en su derecho. La Iglesia católica, salvo
algún sector recalcitrante, estarían a favor, como mal menor. Lo que no quiere
ninguna de las confesiones, iglesias y sectas religiosas es el Estado
aconfesional y laico de la tradición occidental, sobre todo europea; porque
quieren vivir del mantenimiento del Estado y ser parasitarias de sus
instituciones. En la izquierda española, que tradicionalmente es bastante
anticlerical (no necesariamente antirreligiosa), está penetrando también este
modelo de multiculturalismo, por lo que el futuro de nuestro Estado aconfesional,
que marca la Constitución, será sin duda el del Estado multiconfesional subvencionado.
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