Gobierno y oposición |
“Por fin llega el
día de registrar los presupuestos tras meses de paciencia, buena
voluntad y un tortuoso camino” -dijo un representante del
gobierno de Aragón-. Por eso, pidió “responsabilidad y
madurez en la tramitación del presupuesto”, que es lo que le pide siempre el gobierno de turno a la oposición (se supone que los
que no gobiernan no son responsables ni tienen madurez si no se está
de acuerdo con el que gobierna). Afecta a mucha gente, más o menos a todos los
aragoneses.
Por vez primera desde que
comenzó la crisis, los presupuestos son expansivos y no hay recortes
en los departamentos inversores y sociales. De hecho, el aumento de
las cuentas supera el 8,7% respecto al 2016 y la inversión crece un
7% respecto al mismo ejercicio. Las estimaciones económicas están
realizadas sobre unas previsiones de crecimiento del 2,5% y un 1% de
la inflación.
En el proyecto de ley se
recogen todas las infraestructuras escolares y educativas demandadas
en la comunidad autónoma, y también se contemplan partidas
destacadas para la Cultura, que contará con una partida de 200.000
euros.
Otro aspecto que crece
notablemente es el fondo comarcal, uno de los más castigados el año
pasado. Entre las cifras que han destacado se encuentran los 59,8
millones de euros presupuestados para las comarcas, un 49% más que
en 2016. Además, hay que sumar cuatro millones más para el Fondo
Social Comarcal. También dentro del ámbito de la vertebración se
recogen 18 millones para el Fondo de Cooperación Municipal, 60 para
el Fite (que es el 50% del fondo, ya que está cofinanciado por el
Estado), más de 9 para turismo y otros 9,3 para las escuelas
infantiles. Además, para «el despegue» de la agroalimentación en
la comunidad se destinan 15,1 millones.
Otra de las principales
novedades de estas cuentas es que ya se contemplan los acuerdos
alcanzados con el Ayuntamiento de Zaragoza y la ley de capitalidad.
En este sentido, aparecen las partidas concretadas en la negociación:
los 8 millones mediante transferencia directa, 6 millones para becas
de comedor y otros 13 en convenios de servicios sociales y
dependencia.
También se presupuesta,
a la baja, la recaudación por el Impuesto de Contaminación de las
Aguas de los vecinos de Zaragoza. En total, 20 millones “que se
conseguirán por las buenas o por las malas” -dijo, el consejero
Gimeno-, que es así de chulo. Lo digo sin acritud, que el consejero
Gimeno es mucho consejero del presidente gobernador señor Lambán.
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